En la actualidad, la inestabilidad política está causando estragos en el centro de Europa. Los países que antes eran considerados activos refugio están perdiendo la confianza de los inversores. Una de las naciones más afectadas es Francia, donde la situación se está intensificando.
La brecha con los homólogos europeos
Desde finales de septiembre, la rentabilidad de la deuda a 10 años en Francia ha superado a la española, y la brecha con sus homólogos europeos se ha ido ampliando. Este martes, la prima de riesgo ha repuntado hasta los 86 puntos básicos, máximos desde 2012 cuando la crisis de deuda de la eurozona tembló los cimientos del proyecto europeo. "Podríamos llegar a una situación en la que el Gobierno se vea nuevamente en peligro. Podría ser que acabáramos teniendo un diferencial al nivel del italiano", señaló Greg Hirt, director de global de inversiones de Allianz Global Investors.Mientras la prima de riesgo francesa se dispara, la española permanece estable en los 75 puntos básicos y la italiana en los 128. Esto demuestra la diferencia en la situación económica de cada país y la importancia de afrontar las problemáticas.Las reformas necesarias en Francia
El abultado déficit (5,5%) y la elevada deuda (112% del PIB) exigen que Francia efectúe reformas para cumplir con las reglas de la UE. Estos tratados fijan el 3% como techo para el déficit y el 60% para el endeudamiento, cifras que pocos países han logrado cumplir. El castigo que sufre la deuda francesa es una señal más de las dudas de los inversores sobre la capacidad del primer ministro Michel Barnier de sacar adelante los presupuestos y salvar su mandato. Durante su intervención en la TF1, el primer ministro ha advertido de las graves consecuencias que supondría la no aprobación de los presupuestos. "Si no hay presupuesto, habrá una tormenta, graves turbulencias en los mercados financieros", ha destacado.El examen del proyecto de ley de finanzas
La semana pasada, el Senado comenzó el examen del proyecto de ley de finanzas. A la oposición de la formación de Marine Le Pen, Agrupamiento Nacional, que amenaza con una moción de censura si no se modifican los presupuestos, se suma el temor a que los aliados del gobierno empiecen a rebelarse. Una de las líneas rojas de la extrema derecha es el aumento de los impuestos a la electricidad, una medida que califican de inadmisible. Los analistas de Mirabaud apuntan que si Barnier recurriera al artículo 49.3 de la constitución francesa para sacar adelante las cuentas, esto podría desembocar en una moción de censura que haría caer al Gobierno.Las advertencias de las agencias de rating
Las advertencias lanzadas en las últimas horas por Barnier se suman a las que vienen notificando en los últimos meses las agencias de rating. El mercado aguarda a conocer el veredicto de S&P el viernes. Yael pasado mes mayo, antes de la tensión política subiera de nivel, bajó la nota a AA- y afirmó que la deuda y el déficit público eran más elevados de lo previsto. Después de que la Comisión Europea abriera un procedimiento contra Francia por déficit excesivo, Scope le siguió los pasos y recortó la nota a AA- alegando el persistente deterioro de las finanzas públicas y las difíciles perspectivas políticas. La última en mover ficha ha sido Moody’s que a finales de octubre mantuvo sin cambios la nota en Aa2, pero empeoró las perspectivas de estable a negativa. "El deterioro fiscal va más allá de nuestras expectativas y contrasta los esfuerzos de otros gobiernos por consolidar las finanzas públicas", señaló la agencia en un comunicado.Las perspectivas económicas no resultan mucho más optimistas. A la fragilidad del ejecutivo se suman las débiles estimaciones macroeconómicas. El observatorio francés de coyunturas económicas, en sintonía con las proyecciones de la Comisión Europea, prevé crecimiento del 1,1% este año y del 0,8% el próximo. Si Francia no aplica reformas, el déficit podría alcanzar el 6%. Esto demuestra la urgencia de tomar medidas para mejorar la situación económica.