En una institución educativa del sur de México, se ha identificado un problema creciente relacionado con el uso de dispositivos electrónicos por parte de los estudiantes. La dirección de la Escuela Secundaria Técnica Industrial (ETI) 19 ha implementado diversas estrategias para abordar esta cuestión, contando con el apoyo de organizaciones locales. A través de programas de concienciación y medidas preventivas, la escuela busca crear un ambiente más seguro y saludable para sus alumnos.
En el corazón de Coatzacoalcos, la ETI 19 ha adoptado un enfoque integral para enfrentar el desafío del uso de vapeadores entre sus estudiantes. Bajo la guía de su director, Luis Martín Vega Sánchez, la institución ha establecido colaboraciones con entidades como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) e instituciones similares. Estas alianzas han permitido organizar charlas informativas que sensibilizan tanto a padres como a jóvenes sobre los riesgos asociados con estos productos.
Además, se han implementado medidas físicas para reforzar la seguridad dentro del recinto escolar. El acceso principal permanece cerrado durante las horas lectivas, impidiendo que personas externas puedan introducir objetos prohibidos. También se realiza inspecciones regulares de los termos de agua de los estudiantes, asegurando que no se oculten sustancias peligrosas. Estas acciones forman parte de un plan más amplio que busca proteger la integridad de los alumnos.
El director enfatiza que la educación comienza en el hogar, instando a los padres a mantener canales abiertos de comunicación con sus hijos. Reconoce que muchos estudiantes provienen de familias monoparentales, lo que puede dificultar el seguimiento constante. Sin embargo, considera vital fomentar diálogos significativos entre generaciones, reconociendo que es una responsabilidad compartida entre familia y escuela.
Al ser consultado sobre incidentes en otras instituciones, Vega Sánchez expresó desconocimiento sobre casos específicos, pero reiteró el compromiso de su escuela para prevenir la introducción de cualquier tipo de sustancia ilícita en el campus.
Desde una perspectiva periodística, este caso destaca la importancia de la colaboración entre instituciones educativas y organismos sociales para abordar problemas contemporáneos. Además, subraya el papel crucial que juegan los padres en la prevención de conductas riesgosas, destacando que la comunicación efectiva es la clave para construir relaciones sólidas y seguras entre padres e hijos.