Carlos Alberto Alvarado, nacido en la "Tacita de Plata" de Jujuy en 1904, se convertiría en una de las figuras más destacadas de la medicina argentina y mundial. Su dedicación inquebrantable a la erradicación de enfermedades como el paludismo y la fiebre amarilla lo llevaron a ocupar cargos de liderazgo en organismos internacionales de salud, dejando una huella imborrable en la historia de la medicina sanitaria.
Un Médico Visionario que Transformó la Salud Pública
Formación y Primeros Pasos en la Medicina
Alvarado cursó sus estudios primarios y secundarios en Jujuy, para luego ingresar a la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó como médico en 1928 con honores. De regreso a su provincia natal, Alvarado asumió la dirección del Hospital de Beneficencia Plácida Cari en Tilcara, dando inicio a una carrera médica que lo llevaría a alcanzar logros sin precedentes.Especialización en Medicina Tropical e Higiene
En 1929, Alvarado recibió una beca para realizar estudios de paludismo en Italia, donde obtuvo la máxima distinción. Posteriormente, se trasladó a Londres, donde se diplomó como Doctor en Medicina Tropical e Higiene. Estos conocimientos especializados serían fundamentales para su labor futura en la lucha contra enfermedades endémicas.Liderando la Batalla Contra el Paludismo y la Fiebre Amarilla
En 1931, Alvarado fue designado médico de la Defensa Antipalúdica del Departamento Nacional de Higiene. Dos años más tarde, durante una epidemia de fiebre amarilla en Bolivia, fue nombrado Jefe de Profilaxis, organizando los servicios de lucha contra el Aedes Aegypti, el transmisor de la enfermedad. Su éxito en esta campaña le valió la confianza para dirigir la Dirección Regional de Paludismo de Jujuy, donde desarrolló un método de "profilaxis específica" conocido como el "Plan Alvarado", que se convirtió en la base de la organización antimalárica en el país.Liderando la Erradicación de la Malaria a Nivel Internacional
En 1937, Alvarado fue designado al frente de la recién creada Dirección General de Paludismo, con sede en Tucumán. Su labor en este cargo le valió el reconocimiento de la Oficina Sanitaria Panamericana, que lo nombró asesor de los países del continente. En 1959, Alvarado fue designado jefe de la Sección Erradicación de la Malaria de la Organización Mundial de la Salud, con sede en Ginebra, Suiza, donde trabajó hasta 1964, liderando los esfuerzos globales por erradicar esta enfermedad.Ministro de Salud Pública de Jujuy y el Plan de Salud Rural
En 1966, Alvarado asumió como Ministro de Salud Pública de Jujuy, cargo en el que anunció el ambicioso Plan de Salud Rural, demostrando su compromiso inquebrantable con la mejora de la salud pública en su provincia natal. Lamentablemente, una hemiplejia lo obligó a retirarse de la actividad científica en 1980, falleciendo en 1986 a los 82 años de edad.Un Legado Imborrable en la Medicina Sanitaria Argentina
La labor de Carlos Alberto Alvarado en la lucha contra el paludismo y la fiebre amarilla, así como su contribución a la medicina sanitaria argentina, le han valido el reconocimiento y la admiración del mundo. A pesar de ello, su figura aún no ha recibido el justo homenaje de las autoridades gubernamentales o de la comunidad médica, siendo una deuda pendiente que una institución de salud lleve su nombre, como un merecido tributo a este ilustre médico jujeño.