En una noche marcada por la inseguridad, un incidente ocurrido en el oeste del Gran Buenos Aires terminó con consecuencias fatales. Durante un asalto a una joven en Ituzaingó, su pareja reaccionó persiguiendo a los responsables hasta Merlo, donde se produjo un accidente que dejó como resultado la muerte de uno de los sospechosos. Este acto desencadenó una investigación judicial que involucra tanto al conductor del vehículo como al cómplice sobreviviente.

El martes por la noche, una escena común en las calles de Buenos Aires tomó un giro dramático. En la intersección de Aguaribay y Haití, cuatro individuos en dos motocicletas abordaron a una pareja y sus amigos. Armados, intentaron robarles, logrando escapar tras apoderarse de pertenencias de la joven víctima. Sin embargo, el novio, decidido a recuperar lo robado, subió rápidamente a su automóvil Peugeot 207 y emprendió una persecución peligrosa junto a un amigo.

La cacería continuó durante varias cuadras, centrándose en una de las motocicletas que transportaba al ladrón directamente implicado. La persecución culminó en Merlo, cuando el vehículo impactó contra la moto, dejando a uno de los ocupantes sin vida y al otro gravemente herido. El lugar del choque, ubicado en San Antonio y Palmar, pronto se convirtió en una escena investigativa donde las autoridades confirmaron el fallecimiento de uno de los sospechosos debido a lesiones craneales severas.

Los antecedentes de los delincuentes revelaron patrones preocupantes. El fallecido contaba con un historial previo relacionado con intentos de robo desde julio de 2021, mientras que su compañero menor ya había sido detenido anteriormente por diversos crímenes armados. Además, la moto utilizada en el ilícito había sido reportada como robada previamente en Araoz y Formosa.

Las acciones del conductor del Peugeot fueron evaluadas cuidadosamente por las autoridades. Aunque explicó su versión argumentando defensa propia y protección hacia su pareja, fue arrestado bajo cargos de homicidio. Por su parte, el menor sobreviviente también enfrenta cargos legales y permanece bajo custodia juvenil.

Este caso resalta las tensiones entre la seguridad ciudadana y las repercusiones legales de tomar justicia por mano propia. Mientras tanto, las investigaciones continúan para esclarecer todos los detalles y determinar la responsabilidad de cada parte implicada en este trágico episodio.