Un Homenaje a los Montes Maza: Memoria y Reconocimiento en Ojébar

May 7, 2025 at 5:48 PM

En el corazón de Rasines, la localidad cántabra de Ojébar ha sido testigo de un acto emotivo que rescata la memoria de una familia marcada por la tragedia del exilio y la represión franquista. La historia de los Montes Maza resuena nuevamente como un símbolo de resistencia y sacrificio. Alfonso, uno de los hermanos, falleció en el campo de concentración de Gusen durante la Segunda Guerra Mundial, mientras su hermana Felisa, ahora con 97 años, vive en Francia. Este evento organizado por diversas instituciones rinde homenaje no solo a esta familia, sino también a los cientos de miles de españoles que sufrieron el destierro.

La historia de los Montes Maza comienza en 1939, cuando la familia tuvo que abandonar su hogar en Cantabria debido a las tensiones políticas del momento. José Montes, alcalde pedáneo de Ojébar, junto a su esposa Joaquina Antonia Maza y sus hijos Alfonso y Felisa, buscaron refugio primero en Cataluña y luego en Francia. Sin embargo, el destino de Alfonso cambió drásticamente en 1940, cuando fue detenido y enviado al campo de trabajadores extranjeros de Septfonds en Francia. Posteriormente, fue deportado como prisionero a campos de concentración en Alemania y Austria, donde finalmente perdió la vida en Gusen el 10 de julio de 1942.

El legado de esta familia sigue vivo gracias a Felisa, quien, aunque reside en Francia, ha mantenido viva la memoria de su hermano y de su madre. Su hija Claudie Navarro viajó desde Francia para representar a la familia en este acto de reparación. Durante su intervención, Claudie destacó el deseo inquebrantable de su madre de estar presente en este reconocimiento, especialmente en honor a su hermano Alfonso. "Ella siempre pensó en él, en cómo merecía ser recordado", expresó Claudie conmovida.

El evento contó con la presencia del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, quien subrayó la importancia de recordar a los más de medio millón de españoles que fueron forzados al exilio. En su discurso, describió el dolor de tener que abandonar todo lo conocido, adaptarse a nuevas culturas y lenguas, y mantener viva la identidad nacional pese a las adversidades.

Este acto se llevó a cabo en las antiguas escuelas de Ojébar, lugar donde Alfonso pasó parte de su infancia. Allí se descubrió una placa conmemorativa en su memoria, honrando así su breve pero significativo paso por la vida. Con este homenaje, Ojébar reafirma su compromiso con la memoria histórica y el reconocimiento a aquellos que dieron todo por sus ideales.