El mundo musical se encuentra de luto tras la trágica muerte del artista dominicano Rubby Pérez, quien perdió la vida durante un colapso en la discoteca Jet Set de Santo Domingo. Este incidente ocurrió mientras interpretaba uno de sus éxitos más conocidos, dejando como saldo 113 víctimas mortales y más de 150 heridos. La noticia ha conmocionado a toda América Latina, destacando no solo su trayectoria profesional, sino también detalles poco conocidos sobre su vida personal, incluyendo una hija colombiana nacida de una relación en Barranquilla.
En la madrugada del martes 8 de abril de 2025, el icónico recinto Jet Set de Santo Domingo fue testigo de una tragedia que marcará para siempre la historia del país. Durante una presentación del célebre intérprete de merengue Rubby Pérez, el techo del lugar cedió repentinamente cerca de la 1:00 a.m., provocando una avalancha de escombros que sepultaron al público y al artista. Entre los fallecidos se encontraba el propio Pérez, de 69 años, quien había dedicado gran parte de su vida a difundir la música tropical por todo el continente.
Pérez, apodado "La voz más alta del merengue", era reconocido tanto por su talento vocal como por su carisma escénico. Su conexión con Colombia adquirió relevancia tras revelar en entrevistas que tuvo una hija, KC Ailin, fruto de una relación con una mujer barranquillera. Aunque este vínculo permaneció en segundo plano durante su carrera, ahora emerge como un testimonio de su influencia transnacional.
Entre sus familiares cercanos destaca Zulinka Pérez, quien formaba parte de su banda como corista y sobrevivió milagrosamente gracias a la intervención de su padre. También Ana Pérez, celebrada recientemente por su fiesta de quince años, representa una faceta más humana del artista, marcada por momentos emotivos compartidos con sus seres queridos.
El impacto de esta pérdida se extiende más allá de las fronteras dominicanas, ya que Rubby Pérez simbolizaba una generación dorada del merengue que conquistó escenarios internacionales.
Desde mi perspectiva como periodista, la partida de Rubby Pérez nos recuerda la importancia de valorar tanto el talento artístico como la dimensión humana de quienes lo cultivan. Su muerte no solo celebra una trayectoria brillante, sino que también resalta la necesidad de priorizar la seguridad en espacios públicos donde se desarrollan eventos masivos. Además, su historia personal deja un mensaje de amor y conexión sin límites geográficos, evidenciado por su relación con Barranquilla y su descendencia colombiana. En este contexto, su memoria seguirá resonando a través de las melodías que emocionaron a tantas generaciones.