Su pronunciación es «chi kung», pero en chino se escribe «qi gong». Significa «trabajo de la energía vital» y busca cultivar y nivelar el qi que tenemos todos. Se remonta a más de 4000 años y forma parte de la medicina tradicional china.
Además de tener un propósito terapéutico, también se utiliza como método para buscar la iluminación o incluso como un arte marcial. En la actualidad, la forma más utilizada es preventiva.
Antes de comenzar, encontrar un sitio adecuado es esencial. Puede ser la terraza o la sala de estar, con buena circulación de aire y tranquilidad.
Los tres procesos de armonización son para el cuerpo, la respiración y la mente. La postura erguida es la base, con la cabeza alineada, músculos relajados y brazos en posición correcta.
Durante la práctica, se realizan movimientos suaves y lentos, tanto estáticos como dinámicos. Hay una gran variedad, como el «juego de los cinco animales» o los «ocho brocados de seda».
Al practicar la respiración, se hace de forma lenta, continuada, profunda, suave y silente. Existen diferentes tipos, como la respiración abdominal y la abdominal inversa.
Para regular la mente, se debe concentrarse y olvidarse del exterior. Algunas personas lo hacen con los ojos cerrados, imaginando la energía moverse.
Puede hacerse en cualquier momento del día. Algunos prefieren temprano por la mañana para comenzar con energía, mientras que otros lo hacen por la noche para descansar mejor. No se debe hacer justo después de comer.
Las sesiones pueden durar de 30 a 60 minutos, con una frecuencia de tres a cinco veces por semana. Incluso, 10 minutos al día son suficientes.
Si se hacen movimientos incorrectos, pueden aparecer efectos secundarios, como distensiones musculares y fatiga.
Es una práctica integral que trabaja varios aspectos de la persona. Brinda beneficios para la salud física y mental, como la relajación, la equilibría y la energía.
Se diferencia del taichí en su finalidad original. El chi kung se centra en la salud y el bienestar, mientras que el taichí es un arte marcial. También difieren en los tipos de movimientos.
En China, el chi kung se considera una terapia curativa, mientras que el taichí es más un deporte oriental.
Puede ser una manera de liberar tensiones y sentirte en equilibrio. Busca un buen instructor o escuela cerca de ti para comenzar. El instructor te ayudará a crear una rutina personalizada y aprender los movimientos correctamente. También es una oportunidad para hacer nuevos amigos y fomentar la participación social.