El consumo en el sector textil ha mostrado un patrón de estancamiento. Según los datos del estudio, entre marzo y agosto del 2024, el sector del retail textil ha caído un 0,7 % respecto al mismo semestre del año anterior. Las ventas del comercio minorista también se han desacelerado, solo creciendo un 1,4 % interanual en este periodo. Esto ha frenado un importante parte del consumo privado, que anteriormente guiaba el crecimiento económico.
Además, la encuesta que sirve de base para el estudio indica que más del 75 % de los empresarios del sector indican que subirán levemente los precios en el próximo semestre, aunque por debajo del 5 %. Esto se debe en parte al aumento de los precios en el sector de la moda, que ha aumentado un 12,35 % desde el 2019, frente al 2,41 % en los cinco años anteriores.
El ascenso en los precios de la moda ha tenido un impacto significativo. Aunque la moda se ha encarecido notablemente, ha hecho menos que el conjunto de la cesta de la compra que recoge el IPC, que ha aumentado un 18,02 % en el último quinquenio. Esto indica que otros sectores, como la vivienda, los suministros o la alimentación, han absorbido una parte de los recursos del consumidor.
El aumento de los precios ha dejado menos espacio a la compra de otros bienes, como la moda. Esto se refleja en el comportamiento del consumo privado, que según BBVA Research está 7 décimas por debajo de su nivel a finales de 2019 y casi 3 puntos por debajo de su máximo alcanzado a finales de 2007. El nivel actual de ahorro, que ha vuelto a aumentar hasta alcanzar el 13,3% de la renta bruta disponible prevista para 2024, es un indicador de la incertidumbre que vive el consumidor.
A pesar del estancamiento, los empresarios del sector indican que hay posibles derivaciones hacia otros sectores. Aunque el consumo en el sector textil se ha estancado, las empresas están explorando nuevas oportunidades y estrategias para seguir creciendo. Esto puede incluir la expansión a mercados internacionales, la diversificación de productos o la innovación en la tecnología.
Además, la agrupación ARTE y otros organismos están trabajando en proyectos de desarrollo y modernización del sector textil. Estos proyectos buscan mejorar la eficiencia productiva, la calidad de los productos y la capacidad de respuesta al mercado. Esto puede ayudar a atraer a nuevos clientes y a mantener la competitividad del sector en un entorno cambiante.