El análisis presentado por Fedea desafía las percepciones optimistas del gobierno sobre el panorama económico. Aunque se reconoce un cierto progreso, este informe pone en duda la magnitud y sostenibilidad de los avances en empleo y crecimiento. En particular, resalta discrepancias entre datos oficiales y realidades subyacentes, además de advertir sobre la vulnerabilidad fiscal ante futuros desafíos.

Además de cuestionar cifras de paro y crecimiento, el estudio alerta sobre una posible fragilidad estructural que podría dificultar mantener el actual desempeño económico. Factores coyunturales como turismo y fondos europeos han jugado un papel crucial, pero su permanencia no está asegurada.

Paro Efectivo: Una Realidad Oculta tras los Números

El informe critica cómo se miden las tasas de desempleo, señalando diferencias significativas entre paro registrado y paro efectivo. Según Fedea, la mejora oficialmente reportada es menos pronunciada cuando se consideran quienes realmente buscan trabajo activamente. Este ajuste técnico revela una estagnación en términos reales.

La explicación radica en cambios legislativos que clasifican a trabajadores antiguamente temporales como "fijos discontinuos". Estos individuos ya no son contabilizados como desempleados, lo que genera una apariencia de recuperación laboral que no refleja la realidad. Así, aunque disminuyó el número nominal de desempleados, la situación práctica para muchos sigue siendo similar o incluso peor que antes de la reforma. Esta distorsión estadística plantea serios interrogantes sobre la efectividad real de las políticas implementadas.

Un Crecimiento Sostenible o Solo un Espejismo Temporal?

Fedea también aborda el tema del crecimiento económico, destacando que este ha sido impulsado más por factores externos que por transformaciones profundas en el modelo productivo. Comparativamente, España ha mostrado buen desempeño frente a otras economías europeas, pero esta ventaja puede ser efímera debido a circunstancias favorables poco controlables.

Entre estos "vientos de cola" se incluyen ingresos adicionales por turismo, migración y ayudas internacionales post-pandemia. Sin embargo, la dependencia de tales elementos hace que cualquier variación en ellos ponga en peligro el equilibrio económico actual. Además, al examinar indicadores per cápita, el avance resulta menos impresionante, colocando a España en posiciones medias dentro de la OCDE. El estudio concluye que sin cambios estructurales profundos, será difícil preservar este nivel de actividad económica en medio de incertidumbres globales emergentes.