En la ciudad de Santiago de Cali, las autoridades han implementado un programa de restricción vehicular conocido como "Pico y Placa", con el objetivo de reducir la contaminación ambiental, mejorar la calidad del aire y disminuir los accidentes de tránsito. Este sistema opera de lunes a viernes durante horas específicas y afecta a ciertos vehículos dependiendo del último dígito de su placa. Los conductores deben estar al tanto de estas regulaciones para evitar multas económicas. Además, se han establecido exenciones para ciertos tipos de automóviles.
El programa de control vehicular en Cali está diseñado para regular el flujo de tráfico mediante una rotación semanal basada en los números de las placas. Durante el primer semestre de 2025, las restricciones aplicarán según el siguiente esquema: los lunes serán los vehículos con placas terminadas en 5 y 6; los martes corresponden a los números 7 y 8; miércoles abarcan las terminaciones 9 y 0; jueves incluyen los números 1 y 2; y finalmente, los viernes restringen los autos con placas finalizadas en 3 y 4. Este horario comprende desde las 6:00 horas hasta las 19:00 horas.
Además, no todos los vehículos están sujetos a esta medida. Existen categorías especiales que quedan exentas de cumplir con el Pico y Placa. Entre estos figuran los vehículos de emergencia, transporte oficial, aquellos destinados a personas con discapacidad, híbridos y eléctricos, camiones con capacidad superior a cinco toneladas, motocicletas y quienes opten por pagar una tasa especial por congestión urbana. Estas excepciones requieren previa aprobación por parte de la Secretaría de Movilidad local.
Quienes incumplan con las normativas establecidas enfrentarán sanciones financieras. La infracción actual implica una multa de 560.000 pesos colombianos. Por ello, es crucial mantenerse informado sobre las regulaciones vigentes para garantizar el cumplimiento adecuado y evitar penalizaciones innecesarias.
Las medidas adoptadas buscan no solo optimizar el tránsito dentro del perímetro urbano de Cali, sino también fomentar prácticas más responsables entre los usuarios de la vía pública. A través de este programa, las autoridades esperan lograr una ciudad más segura, menos congestionada y con menores niveles de contaminación. Es fundamental que todos los ciudadanos colaboren cumpliendo con las directrices establecidas para beneficio común.