En la vibrante ciudad de Cartagena, las autoridades han implementado un programa de restricción vehicular denominado "Pico y Placa". Este sistema busca reducir el tráfico urbano y mejorar la seguridad vial para peatones y conductores. Las regulaciones aplican tanto a vehículos particulares como a taxis durante días laborables, excluyendo festivos. Los horarios establecidos son específicamente diseñados para abordar los momentos de mayor congestión: por la mañana y al final del día. Además, ciertos tipos de vehículos quedan exentos bajo condiciones específicas.
En la bulliciosa Cartagena, las medidas del programa Pico y Placa se ajustan semanalmente según el número final de las placas vehiculares. Para vehículos particulares, las reglas cambian cada tres meses aproximadamente, dividiéndose en dos rotaciones: una desde enero hasta abril y otra entre abril y julio de 2025. Durante estos períodos, cada día laboral asigna diferentes números de placa a las restricciones matutinas y vespertinas.
Por ejemplo, en la primera rotación, los lunes restringen placas terminadas en 7-8 mientras que los viernes afectan a las terminadas en 5-6. En cuanto a los taxis, sus restricciones varían mensualmente. El horario de aplicación es de 7:00 a.m. a 9:00 a.m. y de 6:00 p.m. a 8:00 p.m., excepto para taxis, cuya limitación dura todo el día.
Algunos vehículos, tales como eléctricos, oficiales o de emergencias, están exentos siempre que cumplan con los requisitos legales correspondientes. Cualquier incumplimiento resulta en severas multas económicas además de la inmovilización temporal del vehículo.
Desde una perspectiva periodística, este programa refleja la necesidad de soluciones creativas ante problemas urbanos comunes como el tráfico y la contaminación ambiental. Al mismo tiempo, resalta la importancia de la planificación estratégica en políticas públicas que buscan equilibrar el desarrollo económico con la calidad de vida de los ciudadanos. Este caso sirve como ejemplo para otras ciudades que enfrentan desafíos similares.