En un mundo dominado por la rapidez y la incertidumbre, el profesor de filosofía Víctor Ballesteros Sánchez-Molina invita a detenerse y reflexionar. A través de su obra literaria y sus clases, promueve una visión profunda del pensamiento clásico como herramienta para enfrentar los desafíos contemporáneos. Critica la tendencia moderna de interpretar mal las enseñanzas estoicas y defiende la importancia de leer a los grandes filósofos en su contexto original. Además, subraya que la filosofía no debe reducirse a simples frases de autoayuda, sino ser un marco crítico para comprender y vivir mejor.
El académico aborda cómo la sabiduría clásica puede ofrecer respuestas relevantes en tiempos convulsos. Señala que figuras como Séneca y Epicteto surgieron en épocas de gran transformación política, lo cual les llevó a plantearse cuestiones fundamentales sobre cómo vivir bien. En este sentido, reivindica la necesidad de acercarse a textos originales como las Cartas a Lucilio con un enfoque cuidadoso.
Además, Ballesteros resalta la figura de Sócrates como ejemplo de integridad personal. Su perspectiva de preferir ser víctima de la injusticia antes que cometerla sigue siendo relevante hoy en día. Frente al ruido constante de las redes sociales, donde la filosofía corre el riesgo de trivializarse, el docente enfatiza la importancia del pensamiento crítico en la educación actual.
Por último, critica la creciente tendencia de reducir la filosofía a manuales de autoayuda. Según él, esta disciplina no ofrece soluciones mágicas, pero proporciona un marco esencial para abordar problemas complejos. También lamenta que los educadores deban justificar continuamente la utilidad de la asignatura en los currículos escolares.
La propuesta de Ballesteros trasciende lo académico, invitando a una revisión profunda del papel de la filosofía en nuestras vidas cotidianas. Su mensaje insta a mirar más allá de las simplificaciones actuales y recuperar el valor de pensar despacio y con profundidad, tanto en el aula como en la sociedad en general.