Un desafortunado desenlace marcó la vida de una comunidad luego de un enfrentamiento que tuvo lugar a finales de febrero. En ese entonces, una disputa callejera escaló rápidamente hacia actos de violencia armada. Según las investigaciones, el altercado inicial comenzó cuando un grupo de personas llegó a una residencia en Nahuel Huapi al 2300 con intenciones hostiles. Alrededor de las 6:20 p.m., estos individuos lanzaron piedras contra la vivienda, generando temor entre los ocupantes.
La situación empeoró cuando uno de los miembros del grupo agredió físicamente a O. G., quien salió en defensa de su hogar. Sin embargo, gracias a la intervención rápida de sus familiares, se logró sofocar temporalmente el conflicto. No obstante, minutos más tarde, Tomás Fernando L., acompañado por su padre Eduardo Fernando L., regresó al escenario del incidente, esta vez equipados con armas de fuego. Desde una esquina cercana, ambos abrieron fuego hacia el grupo reunido frente a la casa previamente atacada, lo que resultó en la trágica muerte de Jorge Luis Muñoz debido a una herida de bala en el tórax.
El sistema judicial tomó cartas en el asunto y acusó formalmente al joven y a su progenitor por cargos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de guerra. La jueza Eleonora Verón dictaminó prisión preventiva para ambos hasta octubre, con posibilidad de extensión si la Fiscalía presenta nuevas pruebas. Este caso subraya la necesidad urgente de resolver conflictos mediante el diálogo y evitar la violencia como respuesta, promoviendo así una sociedad más pacífica y segura.