El gobierno ha intensificado su vigilancia sobre las transacciones financieras entre familiares, especialmente entre padres e hijos, para prevenir la evasión de impuestos. Este refuerzo en el control fiscal incluye nuevas disposiciones que afectan directamente a miles de familias. Además, se han anunciado cambios significativos en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para 2025, con variaciones notables entre comunidades autónomas.
La Agencia Tributaria ha implementado medidas más rigurosas para monitorear las transferencias bancarias entre familiares, especialmente aquellas que superan ciertos umbrales. Las entidades financieras están obligadas a reportar cualquier movimiento que exceda los 3.000 euros, lo que permite un mayor control y prevención de donaciones encubiertas. Esto representa un cambio significativo en cómo se gestionan estas transacciones, ya que antes no se prestaba tanta atención a este tipo de operaciones.
Las autoridades fiscales buscan garantizar que todas las transferencias económicas estén registradas oficialmente y se tributen cuando sea necesario. Antes, muchas familias realizaban estas transacciones sin darles demasiada importancia. Ahora, si el monto supera los 6.000 euros, Hacienda puede iniciar una investigación para verificar si se trata de una donación no declarada. Estas medidas también abarcan movimientos en efectivo y otras formas de pago como billetes de 500 euros, cheques o letras de cambio. El objetivo es evitar que el dinero cambie de manos sin ser registrado ni tributado adecuadamente. La tecnología actual facilita la detección de estos movimientos sospechosos, permitiendo a Hacienda mantener un control más estricto sobre las finanzas familiares.
Para el próximo año, se han anunciado modificaciones importantes en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que varían significativamente según la comunidad autónoma. Estas diferencias en el tratamiento fiscal pueden tener un impacto considerable en las herencias y donaciones. Cada región ha establecido sus propias bonificaciones y exenciones, adaptándose a las necesidades específicas de sus residentes.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se ha incrementado la bonificación para operaciones entre hermanos y tíos y sobrinos al 50%, mientras que Cataluña ofrece hasta 100.000 euros sin impuestos para descendientes menores de 21 años. En la Comunidad Valenciana, se aplicará una bonificación del 99% en las herencias causadas por fallecimiento, beneficiando especialmente a los grupos I y II. Andalucía ya cuenta con una exención del 99% desde 2019 para ciertos beneficiarios. Extremadura, Aragón, Murcia, Cantabria, Galicia, Navarra, Castilla y León, Castilla-La Mancha, País Vasco, La Rioja, Asturias, Canarias, Islas Baleares y Ceuta y Melilla también han introducido diversas bonificaciones y reducciones en el impuesto. Estas medidas reflejan la diversidad en las políticas fiscales regionales y subrayan la importancia de estar bien informado sobre las regulaciones locales para evitar problemas con la Agencia Tributaria.