UNA NOCHE QUE MARCARÁ LA HISTORIA DEL BOXEO ESPAÑOL

La Victoria Vasca en el Peso Ligero

El combate principal fue sin duda uno de los momentos más intensos de la noche. Jokin García, originario del País Vasco, derrotó a Brian Peláez por decisión unánime para hacerse con el título nacional de peso ligero frente a su público local. García empleó una estrategia inteligente basada en mantener distancia, evitando intercambios directos que podrían haber sido perjudiciales. Su habilidad táctica le permitió controlar el ritmo del pleito, incluso cuando un gancho certero de Peláez provocó un corte en su nariz, transformando el ring en un escenario de gran dramatismo.

Este enfrentamiento no solo consolidó a Jokin como un boxeador estratégico, sino que también puso fin a una rivalidad que había comenzado meses atrás. En un gesto deportivo digno de destacarse, Peláez felicitó públicamente a García tras el combate, subrayando que “nadie te lo quite”. Este tipo de actitudes refuerza el respeto mutuo entre ambos luchadores y eleva la imagen del deporte ante los aficionados.

Defensa Exitosa en el Peso Medio

Previo al evento estelar, Jhon Jader Obregón defendió con éxito su título nacional de peso medio contra Álvaro Godoy. Este colombiano radicado en España mostró una agresividad constante durante todo el encuentro, conectando golpes contundentes que dejaron huella en su oponente. Una combinación devastadora de izquierda terminó por enviar a Godoy al lienzo, aunque este demostró una resistencia admirable al recuperarse rápidamente y continuar hasta el final.

Los jueces otorgaron una victoria unánime a Obregón, con puntuaciones de 99-89, 99-89 y 98-90 respectivamente. Esta defensa voluntaria reafirma las capacidades técnicas y físicas de Obregón, quien sigue afianzándose como uno de los mejores exponentes de su división en España. Su estilo agresivo pero calculado deja claro que es un oponente temible para cualquier aspirante al título.

Desilusión en el Superligero

Otro enfrentamiento esperado fue el choque por el campeonato nacional de superligero entre Saúl Luna y Ander Amatriain. Sin embargo, esta revancha quedó truncada tras un incidente en el tercer asalto. Un choque accidental de cabezas provocó un corte en la frente de Amatriain, lo que llevó al médico a detener el combate. Este resultado decepcionó profundamente a ambos boxeadores, quienes se encontraban en condiciones óptimas para continuar peleando.

El fallo técnico de empate frustró no solo a los participantes, sino también al público presente, ansioso por ver cómo se desarrollaba esta segunda confrontación entre ambos rivales. Este episodio evidencia la fragilidad inherente al boxeo, donde factores externos pueden alterar drásticamente el curso de un combate, incluso cuando ambos atletas están entregados al máximo.