En un enfrentamiento lleno de emoción, el boxeador estadounidense Edgar Berlanga volvió con fuerza tras una pausa prolongada. Su última pelea había sido contra Canelo Álvarez, a quien perdió por decisión unánime en septiembre anterior. En este regreso, se midió contra Jonathan González-Ortiz, un rival invicto de Puerto Rico, en Orlando. Aunque estaba programado para durar 12 rounds, el combate terminó rápidamente en el primer asalto debido a la contundencia de Berlanga. Este triunfo no solo demostró su capacidad física intacta, sino que también generó expectativas sobre futuros enfrentamientos.

Berlanga Domina en un Combate Relámpago

En una noche memorable en el Caribe Royale de Orlando, Edgar Berlanga logró imponerse de manera decisiva frente a Jonathan González-Ortiz. El evento, inicialmente planeado como una batalla completa de 12 asaltos, apenas alcanzó los primeros segundos del primer round. Con un certero golpe directo al mentón de su oponente y seguido por un poderoso derechazo, Berlanga dejó claro quién dominaba el ring. El árbitro decidió detener la pelea tras tres caídas consecutivas en menos de medio minuto.

No obstante, antes del combate, hubo un contratiempo importante: durante la ceremonia de pesaje celebrada el viernes, Berlanga superó el límite de peso permitido en la categoría supermediana (168 libras), registrando 169.6 libras. Esto impidió que ambos contendientes lucharan por el título NABO, dejando dicha oportunidad exclusivamente para González-Ortiz, quien cumplió con el peso reglamentario.

Tras su impresionante victoria, Berlanga expresó su deseo de enfrentarse próximamente a figuras destacadas del boxeo, incluyendo Jaime Munguía, Jermal Charlo y Caleb Plant, además de solicitar una revancha contra Canelo Álvarez en un futuro próximo.

Desde la perspectiva de un periodista deportivo, esta actuación de Berlanga refleja tanto su habilidad técnica como su determinación de ascender en las filas del boxeo mundial. Su ambición por enfrentar rivales más duros demuestra un espíritu competitivo que promete emocionantes enfrentamientos en los años venideros. Este tipo de actitudes inspira admiración entre los aficionados y genera interés continuo hacia sus próximos pasos en el deporte.