La pregunta que nunca debes hacer a tus hijos cuando vuelven del colegio según una psicóloga

Sep 30, 2024 at 6:00 AM
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La Pregunta Que Nunca Debes Hacer a Tus Hijos Cuando Vuelven del Colegio

Cuando se trata de criar a los niños, la comunicación es fundamental para fortalecer la relación entre padres e hijos. Sin embargo, muchas veces, los padres hacen preguntas que, aunque bien intencionadas, pueden no ser las más efectivas para mantener un diálogo profundo. Una experta en paternidad ha revelado que existe una pregunta en concreto que siempre hay que evitar hacer a los hijos cuando vuelven del colegio.

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La Pregunta Que Nunca Debes Hacer

Según la psicóloga especializada en paternidad, Pamela Li, la clásica pregunta "¿Qué has aprendido hoy?" es un ejemplo claro del tipo de pregunta que siempre hay que evitar hacer a los hijos cuando vuelven del colegio. Este tipo de pregunta es demasiado general y, en lugar de abrir el diálogo, suele generar respuestas breves y desinteresadas por parte de los niños.El problema de hacer este tipo de pregunta radica en su vaguedad. Después de un largo día escolar, los niños están cansados y procesando una gran cantidad de información. Preguntarles algo tan amplio como "¿Qué has aprendido hoy?" puede hacer que se sientan abrumados, llevándolos a responder con frases como "no lo sé" o "no me acuerdo". Esta desconexión entre la pregunta y la respuesta evidencia que los padres deben reconsiderar cómo se acercan a sus hijos al momento de hablar sobre su jornada escolar.

La Importancia de las Preguntas Específicas

Para lograr una conversación más enriquecedora, la doctora Pamela Li sugiere que los padres hagan preguntas que se centren en detalles concretos de la jornada escolar. Preguntas como "¿Ha pasado algo divertido en clase hoy?", "¿Te ha gustado la clase de (materia)?", o "¿Con quién jugaste a la hora del recreo?" invitan a los niños a compartir momentos específicos.Este tipo de enfoque permite a los padres comprender mejor las emociones y experiencias de sus hijos y, al mismo tiempo, hace que los niños se sientan más escuchados. Además, al ser preguntas que demandan un mayor nivel de introspección, los niños tienen la oportunidad de reflexionar sobre lo que vivieron a lo largo del día, lo cual puede ayudarles a desarrollar sus habilidades de comunicación y a identificar mejor sus emociones.

Respetando el Espacio de los Hijos

Es importante que los padres también respeten el espacio de sus hijos. En ocasiones, los niños pueden no estar de humor para hablar de su día, y esto es completamente normal. Forzar una conversación en estos momentos puede generar el efecto contrario y hacer que los niños se retraigan aún más.La doctora Li aclara que esto no debe ser motivo de preocupación inmediata. Después de todo, no todos los días los niños tienen algo emocionante que contar. Sin embargo, si este comportamiento se convierte en una constante y los padres notan que su hijo ha dejado de hablar sobre su día de forma abrupta y durante un periodo prolongado, podría ser una señal de que algo no va bien.En estas situaciones, Li aconseja a los padres mantenerse en contacto con los profesores, quienes a menudo pueden ofrecer una perspectiva adicional sobre cualquier cambio en el comportamiento del niño en la escuela. El objetivo no debe ser forzar a los niños a hablar, sino crear un ambiente de confianza en el que se sientan cómodos para expresar lo que desean.

La Calidad del Diálogo sobre la Cantidad

La psicóloga explica que la calidad de las conversaciones entre padres e hijos es más importante que la cantidad de preguntas que se formulen. En lugar de insistir en que los niños cuenten todo lo que hicieron durante el día, es más efectivo preguntarles sobre detalles específicos que les hagan sentir que su opinión importa y que sus experiencias diarias son valoradas.La clave está en la escucha activa y en ofrecerles un espacio seguro para expresarse cuando lo deseen, sin presiones. Esta estrategia no sólo facilita la comunicación, sino que también contribuye a fortalecer los lazos familiares, creando un entorno de confianza y apoyo que favorece el desarrollo emocional de los niños.