El lunes 13 de enero marcó una fecha significativa en el calendario deportivo español con la celebración de la undécima edición de los Premios María de Villota. Este evento, que honra a destacados atletas y figuras del deporte, tuvo lugar en un escenario renovado, el Comité Olímpico Español (COE), alejándose por primera vez de su ubicación tradicional en Madrid. La gala rindió homenaje a leyendas olímpicas nacionales mientras resaltaba los valores esenciales del deporte como modelo de superación.
En un día lleno de nostalgia y emoción, coincidiendo con el cumpleaños 46 de María de Villota, los Premios María de Villota cambiaron su escenario habitual para celebrarse en el COE. Este cambio simbolizó un nuevo capítulo en la historia de estos galardones, que desde su inicio en 2015 han rendido tributo a aquellos que han dejado huella en la sociedad a través del deporte.
Entre los galardonados se encuentran la maratonista paralímpica Elena Congost, Lydia Valentín, tres veces medallista olímpica en halterofilia, el piragüista David Cal, quien obtuvo el oro en Atenas 2004, y Fermín Cacho, campeón olímpico de 1500 metros en Barcelona 1992. Estos atletas fueron reconocidos no solo por sus logros deportivos, sino también por su contribución al legado de María de Villota, quien rompió barreras en el automovilismo femenino.
Además, el chef José Andrés recibió un merecido reconocimiento por su labor humanitaria con World Central Kitchen, ayudando a las víctimas de la DANA en la Comunidad Valenciana y Albacete. También, la piloto Cristina Gutiérrez hizo historia al convertirse en la primera mujer embajadora del Legado María de Villota, aceptando sus nuevas funciones a través de un video desde el Rally Dakar.
Figuras prominentes como el Alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el presidente del COE, Alejandro Blanco, y leyendas del deporte español acudieron a este acto emotivo que celebra el impacto duradero de María de Villota en el deporte español.
Desde una perspectiva periodística, estos premios son un recordatorio poderoso de cómo el deporte puede ser un catalizador para el cambio social y la superación personal. El reconocimiento de figuras como María de Villota nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar y promover los valores que ella encarnó: coraje, determinación y excelencia. Este evento no solo celebra el pasado, sino que también inspira a las futuras generaciones a seguir sus pasos.