La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha emitido nuevas recomendaciones sobre el uso de dispositivos electrónicos por parte de los niños. Estas pautas establecen que hasta los seis años, los menores no deberían estar expuestos a pantallas y, entre los seis y doce años, se recomienda limitar su uso a una hora diaria. Esta medida surge tras un exhaustivo análisis científico que revela cómo un exceso en el tiempo dedicado a las pantallas puede afectar negativamente la salud física y mental infantil.
Los expertos han observado que un uso desmedido de estos dispositivos puede tener consecuencias graves en diversos aspectos del desarrollo infantil. Entre ellas destacan problemas en la calidad del sueño, aumento del riesgo cardiovascular, alteraciones en el volumen cerebral y cambios en los patrones alimenticios. Un estudio reciente demuestra que en España, cerca de cuatro de cada diez niños menores de cinco años utilizan móviles o tablets diariamente durante aproximadamente media hora. Este comportamiento puede ser preocupante si consideramos el impacto potencialmente perjudicial en etapas cruciales de crecimiento y aprendizaje.
Es fundamental que los padres tomen la iniciativa para guiar a sus hijos hacia un uso más equilibrado y saludable de la tecnología. La clave radica en fomentar alternativas constructivas como actividades al aire libre, juegos creativos o lecturas compartidas. Alentemos a nuestros pequeños a explorar el mundo real, donde pueden desarrollar habilidades sociales y cognitivas esenciales para su futuro. Enseñemosles que existen formas gratificantes y enriquecedoras de pasar el tiempo sin depender exclusivamente de las pantallas. Con paciencia y consistencia, podemos ayudarles a cultivar hábitos digitales saludables que les beneficiarán a largo plazo.