En el próximo mes de mayo, se celebrará la edición número 28 de la icónica carrera automovilística Recoleta-Tigre. Este evento, que rinde homenaje a una de las primeras competencias de autos en Argentina, regresa con novedades y un tributo especial a su historia centenaria. La presentación oficial tuvo lugar en Café La Biela, donde destacados vehículos antiguos fueron exhibidos, incluyendo un Anasagasti restaurado por la Fuerza Aérea Argentina. Además, los organizadores anunciaron detalles del recorrido y las expectativas para esta edición.

El cronograma incluye una parada en San Isidro y diversas actividades culturales. Se espera entre 50 y 60 participantes, todos con vehículos fabricados antes de 1918, así como motocicletas acompañando la caravana. Una de las sorpresas será la posible participación de un vehículo impulsado a vapor. El evento no solo es una celebración deportiva, sino también un reconocimiento a la rica tradición automovilística argentina.

Un Tributo al Patrimonio Automovilístico

Este año, la carrera se convierte en una plataforma para preservar la memoria histórica de los vehículos antiguos. Desde la presentación en Café La Biela hasta la exhibición de autos restaurados, cada detalle subraya la importancia de conservar este legado cultural. Uno de los momentos más memorables fue la llegada de un camión-plancha transportando un Anasagasti único, donado originalmente por Jorge Newbery y perteneciente desde entonces a la Fuerza Aérea Argentina.

El proceso de restauración de este vehículo representa el compromiso de mantener vivos estos tesoros mecánicos. En palabras de Jorge Girotti, secretario del Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina, "este auto estaba en estado de abandono, pero gracias al esfuerzo conjunto ha sido rehabilitado para participar en la carrera". Su participación simboliza cómo la colaboración entre instituciones puede revitalizar objetos históricos. Además, la inclusión de vehículos provenientes de distintas provincias refuerza el carácter federal del evento, atrayendo tanto a entusiastas locales como internacionales. Cada uno de estos autos cuenta una historia única, transformando la competencia en una galería móvil de patrimonio técnico y artístico.

Un Recorrido Lleno de Historia y Emoción

El itinerario de la carrera combina tradición con modernidad, ofreciendo tanto a participantes como espectadores una experiencia inolvidable. Este año, el recorrido incluirá una breve parada en San Isidro, aunque evitará pasar por la catedral local, introduciendo una variante interesante al circuito clásico. Las actividades comenzarán el sábado con una concentración en Recoleta, seguida de una exhibición pública y un desfile por la emblemática Avenida Alvear.

El domingo será el día principal, iniciando con una ceremonia solemne antes de la partida oficial. Los vehículos partirán siguiendo un orden específico, liderados por un Anasagasti propiedad del club organizador. Durante el trayecto hacia Tigre, habrá puntos de control y reagrupamiento, garantizando la seguridad y cohesión de la caravana. La llegada está programada para mediodía en el Museo de Arte Tigre, donde se realizará la entrega de trofeos y una recepción para participantes e invitados especiales. Este formato permite no solo disfrutar de la competencia, sino también apreciar el paisaje y la cultura de las regiones por las que transita la carrera. Con su mezcla de nostalgia y dinamismo, la edición 28 promete ser un hito en la historia de este evento.