En las últimas dos décadas, Indonesia ha emergido como una de las economías más dinámicas del mundo, transformándose desde su condición anterior como uno de los países "frágiles". Este avance se debe a políticas macroeconómicas sólidas y a reformas estructurales lideradas por figuras clave como Sri Mulyani Indrawati. A pesar de la creciente fragmentación geopolítica global, Indonesia no solo ha fortalecido su posición económica interna, sino que también desempeña un papel crucial como mediador entre potencias globales. Con enfoques innovadores en política industrial y un compromiso con la cooperación internacional, el país demuestra cómo puede prosperar incluso en tiempos de incertidumbre.
A lo largo de su historia moderna, Indonesia ha enfrentado numerosos desafíos económicos y geopolíticos. En las dos últimas décadas, sin embargo, el país ha logrado cuadruplicar su PIB, alcanzando los 1,4 billones de dólares. Este éxito se atribuye principalmente a la recuperación de la estabilidad macroeconómica y a la implementación de políticas fiscales prudentes bajo la dirección de Sri Mulyani Indrawati, quien ocupó varios cargos clave tanto en Indonesia como en instituciones internacionales antes de regresar al servicio público en 2016. Durante este período, Indonesia ha invertido significativamente en infraestructuras y capital humano, reduciendo drásticamente la pobreza extrema y elevando el nivel de vida de millones de ciudadanos.
El contexto geopolítico actual plantea nuevos desafíos para Indonesia y otras economías emergentes. La ministra de Finanzas reconoce que la tensión entre superpotencias y la tendencia hacia políticas nacionalistas pueden afectar negativamente el comercio y la inversión. Sin embargo, ella enfatiza la importancia de la neutralidad histórica de Indonesia, representada por su participación en el Movimiento de Países No Alineados, fundado hace 75 años. Este principio de no alineamiento permite al país actuar como mediador eficaz, tal como demostró durante su presidencia del G20 en 2022.
En términos de política industrial, Indonesia ha adoptado estrategias innovadoras para maximizar el valor de sus recursos naturales. En lugar de depender únicamente de la exportación de materias primas, el gobierno ha impulsado la creación de cadenas de valor locales mediante incentivos fiscales y colaboraciones público-privadas. Esta aproximación ha sido particularmente exitosa en sectores relacionados con las baterías de vehículos eléctricos, donde Indonesia busca convertirse en un líder mundial. Al mismo tiempo, Sri Mulyani destaca la necesidad de equilibrar estos esfuerzos con un clima de inversión atractivo para empresas extranjeras.
Mirando hacia el futuro, Sri Mulyani subraya la relevancia continua de instituciones como el FMI y el Banco Mundial en un mundo cambiante. Para mantener su pertinencia, estas organizaciones deben adaptarse a nuevas realidades, incluyendo cuestiones como el cambio climático y la digitalización. La cooperación entre sectores público y privado será fundamental para abordar estos desafíos globales y garantizar un desarrollo sostenible para todos.
La trayectoria de Indonesia ofrece una lección valiosa sobre cómo la combinación de liderazgo visionario, políticas económicas sólidas y diplomacia estratégica puede conducir al progreso incluso en un entorno internacional complejo. Bajo la guía de figuras como Sri Mulyani Indrawati, el país continúa avanzando hacia un futuro más próspero y resiliente, destacándose como un modelo a seguir para otras economías emergentes.