



En un emocionante enfrentamiento de la Liga Endesa, el Dreamland Gran Canaria logró romper su racha negativa en casa al derrotar por 94-89 al Baxi Manresa. Este triunfo crucial reafirma sus aspiraciones en la lucha por los puestos de playoffs frente a un rival directo. El partido estuvo marcado por una actuación estelar del jugador Caleb Homesley, quien lideró desde el banquillo con un impresionante desempeño ofensivo. A pesar de las intensas presiones defensivas y los cambios constantes en el marcador, el equipo local supo mantenerse firme en los momentos decisivos.
Un Partido Intenso en el Gran Canaria Arena
En una tarde vibrante en el Gran Canaria Arena, ante más de 5.200 espectadores, se vivió un duelo lleno de emoción entre el Dreamland Gran Canaria y el Baxi Manresa. Desde el inicio, ambos equipos mostraron una defensa férrea y un tiro certero desde el perímetro. Los visitantes tomaron rápidamente la ventaja gracias a las contribuciones de Hunt y Jou, pero el equipo insular ajustó su estrategia con penetraciones efectivas de Albicy y triples precisos de Brussino.
A medida que avanzaban los cuartos, Caleb Homesley emergió como el factor diferencial, anotando puntos cruciales cuando el marcador parecía inclinarse hacia Manresa. Su explosión ofensiva, sumada a las intervenciones clave de Thomasson y Tobey, permitió a los locales recuperar terreno perdido. En los minutos finales, la experiencia de Andrew Albicy selló la victoria con un triple decisivo desde la esquina izquierda.
Por parte de Manresa, Obasohan fue el principal motor ofensivo, mientras que Alston añadió consistencia desde diversas posiciones. Sin embargo, las rotaciones estratégicas y la resistencia defensiva del Gran Canaria prevalecieron en un final electrizante.
Desde el tercer cuarto, los intercambios de canastas mantuvieron a ambos equipos al borde del abismo. La ventaja fluctuaba constante, hasta que el talento individual de Homesley y la determinación colectiva dieron vuelta al marcador justo a tiempo.
La inspiración de jugadores emergentes como Conditt y la solidez defensiva cerraron un capítulo memorable en la temporada regular.
El encuentro, dirigido por los árbitros Carlos Peruga, Alberto Sánchez Sixto y Guillermo Ríos, dejó huella en la vigésimo tercera jornada de la competición.
Desde un punto de vista periodístico, este partido refleja cómo el trabajo en equipo, junto con la capacidad de adaptarse a situaciones adversas, puede marcar la diferencia en momentos críticos. Para cualquier lector interesado en el baloncesto profesional, esta victoria subraya la importancia de la versatilidad táctica y la mentalidad resiliente dentro de la cancha. Este tipo de duelos demuestra que incluso en las circunstancias más difíciles, el espíritu competitivo puede llevar a grandes logros.
