El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) sigue siendo una pieza clave en la protección y promoción del bienestar de los más pequeños y las familias en Colombia. A través de programas como los Hogares Comunitarios de Bienestar (HCB), el ICBF impacta positivamente a poblaciones vulnerables, ofreciendo un entorno seguro para el desarrollo integral de los niños. Con más de 69.000 agentes educativos capacitados y un alcance que supera el millón de niños atendidos, estos hogares son un esfuerzo conjunto para mejorar las condiciones de vida y fomentar el crecimiento de los menores en situación de pobreza. Los HCB tienen como objetivo principal promover el desarrollo físico, emocional y social de los niños, brindar apoyo familiar y mejorar la nutrición y calidad de vida.
Los Hogares Comunitarios de Bienestar proporcionan un espacio seguro donde los niños desde los 6 meses hasta los 7 años reciben atención integral. Agentes educativos capacitados cuidan y orientan grupos de 12 a 14 niños, priorizando casos de vulnerabilidad extrema o falta de redes de apoyo familiar para los menores de 3 a 6 meses. En un Hogar Comunitario Familiar, se atienden hasta dos niños entre 6 y 18 meses, con límites ajustables si alguno tiene una condición de discapacidad.
Estos hogares funcionan como centros de desarrollo donde los niños no solo reciben cuidado diario sino también estímulos educativos y sociales. Los agentes educativos están preparados para abordar las necesidades específicas de cada niño, asegurando un ambiente propicio para su crecimiento. Además, los padres y tutores pueden confiar en que sus hijos están en manos de profesionales dedicados a su bienestar, lo que contribuye significativamente a la tranquilidad y estabilidad familiar.
Los Hogares Comunitarios de Bienestar son una herramienta vital en la lucha contra la desigualdad y el maltrato infantil. A través de estos programas, el ICBF refuerza su compromiso con los derechos de los menores y la construcción de un futuro más justo. Los beneficios para las familias incluyen acceso a recursos y herramientas para una crianza adecuada, preveniendo así situaciones de riesgo y maltrato.
Para acceder al programa, las familias deben cumplir ciertos criterios de focalización y presentar documentación esencial como fotocopia de la cédula de los padres o tutores, fotocopia del registro civil del niño, carné de vacunas y certificado del puntaje Sisbén. Estos requisitos garantizan que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan, fortaleciendo el impacto del programa en comunidades vulnerables. El apoyo proporcionado por los HCB no solo mejora la calidad de vida de los niños, sino que también empodera a las familias, permitiéndoles enfrentar desafíos con mayor resiliencia y conocimiento.