Esto es lo que pasa en el cerebro de los niños que comparten cama con sus padres, según la psicología
Oct 7, 2024 at 7:23 AM
El Sueño: Un Pilar Fundamental para el Bienestar y Desarrollo Infantil
El descanso es un momento clave en la vida de todas las personas para recuperar la energía, la calma y tranquilidad que requerimos en el desarrollo de las tareas, actividades y compromisos. Para ello, es indispensable disponer de un ambiente adecuado, cómodo y seguro que favorezca un sueño regular y eficiente. A lo largo de las diferentes etapas de la vida, el tiempo de descanso puede presentar determinadas variaciones según el desarrollo y crecimiento.Descubriendo los Beneficios y Desafíos del Colecho
Entendiendo el Colecho: Perspectivas Encontradas
El colecho, o dormir con los niños desde que nacen, es un tema que ha generado numerosas discusiones y controversias en el ámbito de la crianza. Por un lado, los defensores del colecho argumentan que promueve el apego seguro entre padres e hijos, disminuye la ansiedad de los niños y les ayuda a dormir. Por otro lado, los detractores sostienen que esta práctica impide la adecuada independencia de los niños e interrumpe el sueño y el espacio íntimo de los padres.El Instituto Europeo del Sueño advierte que un niño que duerme junto a sus padres no necesariamente continúa haciéndolo a medida que crece. De hecho, indican que a medida que los niños crecen, dormir solos suele ser simultáneo con una mayor independencia. Sin embargo, no hay una pauta definida sobre la edad en la que se debe dejar o comenzar a dormir juntos, ya que estos factores están influenciados en gran medida por las expectativas sociales y las preferencias de los propios padres.Impacto del Colecho en el Desarrollo Infantil
Un estudio realizado por la doctora Ayten Bilgin, catedrática en Psicología en la Universidad de Essex, analizó el impacto de diversas variables relacionadas con el uso compartido de la cama por parte de los padres. Entre las más frecuentes se encuentran la angustia psicológica materna, el estado socioeconómico de los padres, las creencias de los progenitores, la lactancia materna y la frecuencia de vigilia nocturna del bebé.Los resultados del estudio mostraron que el 56.4% de los niños de 3 a 11 años tenía niveles bajos de síntomas internalizantes y externalizantes que permanecieron bajos. Por otro lado, el 27.2% comenzó con síntomas de internalización bajos que aumentaron y síntomas de externalización moderados que disminuyeron con el tiempo. Además, un 7.5% tenía niveles moderados de síntomas internalizantes y externalizantes que disminuyeron con el tiempo, mientras que un 8.9% presentaba síntomas graves y crónicos.Ventajas y Desventajas del Colecho
Desde una perspectiva práctica, el colecho o dormir con los padres ofrece ciertos beneficios, como la cercanía para responder a las necesidades del bebé en la noche, el contacto piel con piel que calma al bebé y la facilidad para amamantar con mínimas interrupciones del sueño. Además, puede fortalecer la sensación de seguridad y bienestar del niño, así como aliviar el insomnio asociado a miedos nocturnos o ansiedad.Sin embargo, algunas vertientes psicológicas consideran que los padres que duermen con sus hijos interfieren en su crecimiento físico y con el desarrollo de la independencia y la autonomía. Desde la medicina del sueño, compartir la cama puede favorecer la aparición de trastornos del sueño tanto en padres como en los niños, debido a factores como ronquidos, movimientos corporales, temperatura corporal y parasomnias.Comprendiendo la Práctica del Colecho
La Fundación Clínica de la Familia explica que el miedo a la oscuridad y la ausencia de los adultos, que suponen su fuente de protección, son causas habituales por las que un niño hasta los siete años de edad no quiera dormir solo. En ese sentido, es más habitual que los niños acudan a la cama de los padres, y ayudar a que afronten esos miedos es tarea de los adultos.Si surge en la pareja la pregunta de qué les pasa a los niños que duermen con sus padres, los adultos pueden abordar esta situación de una manera dialogada para llegar a un consenso. La Fundación menciona que, si los padres creen que la migración de su hijo a su cama supone una interferencia importante para su felicidad, pueden intentar no ceder al requerimiento infantil o bien hacerlo de manera moderada y compartir la cama un día a la semana.En resumen, se identifican diferentes posiciones sobre el colecho, entre las prácticas de protección y cuidado, y la necesidad de brindarle mayor autonomía a los niños a medida que crecen. Es importante que los padres evalúen cuidadosamente los beneficios y desafíos de esta práctica, y tomen decisiones informadas que se ajusten a las necesidades y etapa de desarrollo de sus hijos.