En una narración conmovedora que se desarrolla entre Asturias y Buenos Aires, el escritor Jorge Fernández Díaz explora las profundidades de la relación padre-hijo a través de su obra "El secreto de Marcial". Esta historia no solo es un tributo a los migrantes españoles, sino también una introspección personal sobre cómo las generaciones pasadas influyen en las actuales. A lo largo del relato, el autor desentraña los misterios familiares mientras reflexiona sobre el papel de los padres en la vida de sus hijos.
En el corazón de Barcelona, el escritor Jorge Fernández Díaz presenta su última obra, que viaja en el tiempo desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. El libro narra la búsqueda de comprensión del autor hacia su progenitor, un hombre marcado por la dureza de su época y las circunstancias de la emigración. En esta trama llena de suspense, Fernández Díaz retrata las vidas secretas de aquellos que tuvieron que abandonar su tierra natal en busca de un futuro mejor.
Tras el fallecimiento de su padre en 2005, Fernández Díaz se enfrentó al desafío de plasmar en palabras la figura paterna, que se había convertido en un fantasma literario. Al explorar los recuerdos compartidos, como las películas clásicas de Hollywood, el autor revela la complejidad de las relaciones intergeneracionales. Este proceso le llevó a cuestionarse cuánto realmente conocía a su padre y a descubrir aspectos desconocidos de su vida.
El libro también rinde homenaje a la comunidad de emigrantes españoles que, aunque se está extinguiendo, dejó una huella indeleble en la historia. A través de su obra, Fernández Díaz logra conectar el pasado con el presente, demostrando que las historias de antaño siguen siendo relevantes hoy en día.
Desde la perspectiva de un periodista, esta obra nos invita a reflexionar sobre nuestras propias relaciones familiares y a valorar las historias de quienes nos precedieron. Nos recuerda que, a pesar del paso del tiempo, nunca es tarde para conocer mejor a aquellos que amamos y que, a menudo, las verdaderas conexiones se encuentran en los detalles más inesperados.