Margarita Galvis, conocida por su papel como Lili Delgado en la serie "Padres e hijos", ha dejado una huella imborrable en el corazón de muchas familias colombianas. Sin embargo, su trayectoria no se limita a la actuación. Tras una profunda reflexión personal y profesional, Galvis ha descubierto nuevas formas de expresarse y ayudar a otros a través de diversas plataformas creativas. Esta transformación personal le ha permitido convertirse en una inspiración para quienes buscan superar estereotipos y encontrar su verdadero camino.
Margarita Galvis ha diversificado sus talentos al explorar diferentes facetas del arte narrativo. Su formación como comunicadora social y periodista le ha proporcionado una visión única que combina actuación, escritura y producción audiovisual. Aunque comenzó con un amor por la actuación, pronto descubrió que lo que realmente la apasionaba era contar historias desde múltiples perspectivas. Este cambio de enfoque le ha permitido desarrollar proyectos variados y significativos.
Galvis ha continuado su carrera actoral mientras expandía sus habilidades en la escritura y la producción. Ha trabajado en diversos proyectos, incluyendo la creación de guiones para series de televisión y obras de teatro. Además, ha fundado una academia de actuación llamada Estar Tocado, donde enseña a nuevos talentos. Sus esfuerzos también se extienden a la producción de tráilers internacionales para plataformas como Netflix, HBO y Disney. A través de estas experiencias, Galvis ha encontrado maneras innovadoras de conectar con las audiencias y transmitir mensajes poderosos.
El punto de inflexión en la vida de Margarita llegó cuando enfrentó un vacío personal que la llevó a cuestionar su relación con el amor propio. A pesar de su éxito profesional y el cariño de su familia, Galvis sintió que algo faltaba en su vida. Este momento crucial coincidió con una crisis relacionada con su peso y la decisión de someterse a una manga gástrica. Este proceso fue más que una transformación física; fue un viaje interno hacia el autoconocimiento y el amor propio.
Galvis revela que durante este período, se dio cuenta de que su gordura no era solo un asunto físico, sino una manifestación de una falta de amor hacia sí misma. Comenzó a explorar cómo las etiquetas sociales y la percepción ajena habían influido en su identidad. El comentario de un productor sobre su apariencia en "Padres e hijos" la hizo sentir que no era suficiente. Sin embargo, esta experiencia fue el catalizador para un cambio profundo. Tras la operación y con ayuda terapéutica, Galvis aprendió a amarse a sí misma y a aceptar su verdadera identidad. Este proceso no solo mejoró su bienestar mental y emocional, sino que también redefinió su enfoque profesional, convirtiéndola en un ejemplo de superación y resiliencia.