Concluyendo una visita oficial que duró tres días, el rey Federico X y la reina Mary de Dinamarca se despidieron de Francia tras un extenso programa cultural y diplomático. Entre los eventos más destacados estuvo su recorrido por la emblemática catedral de Notre Dame, donde tuvieron la oportunidad de presenciar las labores de restauración después del incendio ocurrido en 2019. Este acto simbólico no solo fortaleció los lazos entre ambas naciones, sino que también permitió a la reina mostrar su admiración hacia la moda francesa con un atuendo cuidadosamente seleccionado.
Durante su última jornada en París, Federico X y Mary visitaron lugares icónicos como la catedral de Notre Dame, acompañados por Emmanuel y Brigitte Macron. La pareja real exploró las áreas renovadas del templo, demostrando interés en cada detalle arquitectónico recuperado tras el siniestro. En este contexto, la elección de vestimenta por parte de la reina fue particularmente significativa. Optó por un conjunto inspirado en la tradición mosquetera, diseñado por Mark Kenly Domino Tan, compuesto de una chaqueta blazer estructurada y bermudas coordinadas.
Más allá del diseño principal, los accesorios de la reina robaron protagonismo. Un broche exclusivo de Dior adornaba su chaqueta, complementado por pendientes exquisitos de Sophie Bille Brahe y un bolso clásico de Chanel, elementos que subrayaron su aprecio por el savoir-faire francés. Por otro lado, Brigitte Macron resaltó con un abrigo azul elegante que ya había utilizado en otras ocasiones oficiales, mostrando cómo una prenda puede adaptarse a diversos contextos diplomáticos.
Finalmente, tras el tour por Notre Dame, los monarcas daneses compartieron un momento de despedida con los líderes franceses frente al templo. Este gesto concluyó una gira que dejó huella tanto en términos políticos como estéticos. La reina Mary nuevamente probó ser una embajadora de estilo, utilizando prendas nuevas y clásicas para transmitir mensajes sutiles pero poderosos.
En su partida, Federico X y Mary de Dinamarca dejaron claro que las relaciones entre Francia y Dinamarca trascienden lo político. A través de detalles como la selección de prendas y el compromiso con temas culturales, ambos países celebraron su conexión histórica y miraron hacia un futuro colaborativo lleno de promesas.