El Dilema Energético de China Frente al Aumento de las Olas de Calor

Apr 18, 2025 at 10:01 PM

China enfrenta un desafío creciente en su matriz energética debido a las olas de calor que han impactado severamente su suministro eléctrico. En provincias como Sichuan, los apagones intermitentes y la necesidad de redirigir energía hacia los hogares se han convertido en una realidad cotidiana. Estas situaciones forzaron al gobierno a tomar decisiones drásticas, como limitar el uso del aire acondicionado en edificios gubernamentales y reactivar plantas de carbón para garantizar la demanda energética. Este escenario refleja cómo las políticas chinas pueden alterar significativamente la dinámica energética global.

En años recientes, especialmente tras la pandemia, el consumo mundial de carbón ha experimentado un repunte considerable, liderado principalmente por países asiáticos en desarrollo, con China a la cabeza. Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), este país consume más carbón que todo el resto del mundo combinado. Las temperaturas récord registradas en 2024 pusieron en jaque la capacidad del sistema eléctrico nacional, obligando al gobierno a reconsiderar su dependencia del carbón incluso mientras promueve tecnologías renovables.

La situación climática ha empeorado rápidamente. Ciudades como Shanghai y Pekín han pasado directamente de la calefacción a altas temperaturas en cuestión de días durante primavera, lo que incrementó dramáticamente la demanda de electricidad. Esta presión ha llevado al gobierno chino a autorizar la construcción de nuevas centrales térmicas alimentadas por carbón, aunque simultáneamente avanza en la instalación masiva de infraestructuras solares y eólicas.

Expertos señalan que, pese a su ambiciosa agenda verde, factores económicos y políticos mantienen al carbón como una pieza clave en la estrategia energética china. Pedro Zorrilla, de Greenpeace, destaca que la industria del carbón sigue siendo fundamental para la economía china, justificando así inversiones continuas en combustibles fósiles bajo el pretexto de seguridad energética.

Aunque China está expandiendo rápidamente sus capacidades renovables, la paradoja entre su compromiso ambiental y la necesidad de estabilidad energética persiste. Mientras tanto, la propaganda oficial ha cambiado su enfoque, priorizando medidas que garanticen el suministro eléctrico frente a emergencias climáticas.

El panorama muestra un equilibrio frágil. Si bien China lidera el despliegue de tecnologías verdes, su dependencia del carbón continúa siendo un obstáculo significativo para alcanzar sus objetivos climáticos. El rápido avance en energías renovables podría marcar un punto de inflexión si se cumplen los ambiciosos planes gubernamentales, pero el reto inmediato radica en mantener una provisión constante de energía ante las crecientes demandas provocadas por el cambio climático.