En la era digital, cada vez más personas recurren a plataformas tecnológicas para acceder a servicios financieros como préstamos, inversiones o tarjetas de crédito. Estas herramientas ofrecen facilidad y rapidez al permitir solicitudes en línea que pueden completarse en minutos. Sin embargo, esta accesibilidad puede llevar a un uso irresponsable del crédito y pérdida de control financiero. Un 40% de los usuarios de Bravo, una plataforma dedicada a la educación financiera y consolidación de deudas, reporta problemas relacionados con fintech. Es crucial evaluar las condiciones antes de pedir prestado y gestionar adecuadamente las finanzas personales.
En un mundo donde todo es posible con un clic, las fintech han transformado la forma en que se manejan las finanzas personales. Existen dos formas principales de obtener financiamiento: mediante tarjetas de crédito o préstamos personales. Para acceder a estos productos, generalmente se requiere proporcionar información personal, como identificación oficial y datos biométricos, a través de aplicaciones móviles. En algunos casos, también se pide acceso al historial crediticio.
Las tarjetas de crédito ofrecidas por estas plataformas suelen ser digitales o físicas, sin costos anuales ni penalizaciones por uso mínimo. No obstante, el Costo Anual Total (CAT) promedio puede ser significativamente mayor que en bancos tradicionales, alcanzando hasta el 160%. Además, existen fintech que solo otorgan préstamos personales, desde pequeñas cantidades hasta montos elevados de hasta 350,000 pesos.
Los intereses varían según el tipo de préstamo. Mientras que los préstamos grandes tienen tasas anuales entre 8.9% y 20%, algunas pueden llegar hasta 600%. Los micropréstamos, por su parte, tienen tasas diarias que pueden alcanzar el 1.3%, equivalente a un 468% anualizado.
Desde una perspectiva crítica, Luis Lucido, Global Brand Manager de Bravo, advierte sobre los riesgos de altas tasas de interés combinadas con la falta de educación financiera. "Es vital conocer los términos del crédito", subraya. Antes de tomar decisiones financieras, los expertos sugieren reflexionar si el préstamo es realmente necesario y cómo impactará en nuestras finanzas.
En promedio, los clientes de Bravo llegan con 2.5 deudas acumuladas y montos que superan los 180,000 pesos. Algunos incluso presentan hasta 22 deudas distintas contraídas con fintech, lo que refleja la urgente necesidad de mejorar la educación financiera.
Como periodista, considero que este fenómeno destaca la importancia de equilibrar la innovación tecnológica con una gestión responsable de las finanzas. Las fintech han democratizado el acceso al crédito, pero esto no debe implicar una trampa para quienes carecen de conocimientos básicos sobre manejo monetario. La clave está en educar a los consumidores para que tomen decisiones informadas y eviten caer en ciclos de endeudamiento que comprometan su estabilidad económica futura.