El Cocinero Viral Salvador Mazzocchi: De la Industria a la Parrilla
Nov 22, 2024 at 7:51 PM
Salvador Mazzocchi, un hombre de 40 años, estaba en la secundaria en una escuela industrial cuando su padre sufrió un accidente cerebrovascular y comenzaron a surgir problemas económicos. Para ayudar a su familia, con dos tambores de aceite construyó una parrilla y comenzó a vender choripanes, pollo y sandwiches.
El Embarazo de un Nuevo Oficio
En aquel momento, el cocinero viral se sentía avergonzado y ocultó su nuevo oficio incluso a su novia. Sin embargo, algo se estaba desarrollando. Ahora, con 3.5 millones de seguidores en Instagram, comparte sus recetas principalmente en su parrilla y en su clásico disco arado. "Mientras que en ese momento me daba vergüenza, había algo que me gustaba. Más allá de la carne y la parrilla, me gustaba lo que sucedía alrededor del asado. La gente se reúne y se genera una experiencia única alrededor del fuego", comentó Mazzocchi. Cuando viajó a Qatar para ver jugar a la Selección, cocinó en un disco improvisado choripanes y "panchos" con pan árabe, sorprendiendo a los hinchas argentinos.Desde el Ingeniero Industrial al Cocinero
Previo a su llegada a las redes, Mazzocchi trabajó como ingeniero industrial y durante años como gerente en distintas multinacionales. Antes de la pandemia, se mudó y construyó su propia parrilla. El proceso lo compartió en su cuenta @salvalacocina con un enfoque industrial. Sin embargo, cuando vio que comenzaban a llegar seguidores, se dio cuenta de que tenía que hacer algo. Así, surgieron los primeros videos de recetas de cocina. Aún trabajaba en una empresa cuando llegaron las primeras propuestas de marcas y canales de televisión, incluyendo conducir "Cucinare" en Canal 13. "En agosto del 2021, cuando vi que le podía pagar la obra social a mis hijas y más o menos vivir, me dediqué full time a eso", comentó Salvador.Trabajo y Eventos
Ahora, su trabajo incluye reuniones con clientes, integrar nuevas ideas, grabar en diferentes lugares y perfeccionar los planos. Mazzocchi explicó que se puso un poco más "quisquilloso" y hay platos que nunca salieron a la luz. Además, comenzó a participar en eventos donde dio clases a más de 3 mil personas en diferentes países como Ecuador. En general, no asiste a los eventos con su parrilla, pero en Neuquén pidió a los organizadores clavos, palos, alambre y un martillo y construyó su propia estructura para cocinar. "Quiero dar el mensaje de que con lo que tienes en casa puedes cocinar. No necesitas tener la parrilla más moderna", afirmó Salvador.Competencia Internacional
El año pasado, un argentino en Texas le contó a Salvador Mazzocchi que iban a visitar Argentina con un grupo de estadounidenses para grabar episodios. Así, el cocinero participó en una "competencia" entre asar y ahumar. Siendo argentino, su papel era demostrar lo que es un buen asado, pero el vecino de Castelar se empeñó más y organizó una fiesta. Hubo influencers invitados, cerveza, música nacional y estaciones de comida típica. "Los yankees quedaron locos y le fue muy bien al episodio", comentó. El argentino de Texas que lo visitó organizó un campeonato internacional. Al principio, Salvador iba a ser juez referente de Argentina, pero decidió competir. En el Open Fire Festival Edition Texas participaron personas de diferentes países, incluyendo México, Canadá, Sudáfrica y ahora, Argentina. El público asistió comprando una entrada a 20 dólares y degustó libremente cada stand. Entre ellos estaba el jurado.La Victoria y la Dinámica de Equipo
El equipo liderado por el cocinero ganó el premio al mejor plato elegido por el público gracias a sus empanadas. El jurado las eligió, entre diversas tandas, por su trabajo en equipo. Salvador se fue a casa como el capitán que ganó el golden ticket: un acceso para campeonatos mundiales de todo el mundo. El próximo campeonato es en Indianapolis. "Los organizadores armaban el grupo. Laburamos antes para enseñarles, por ejemplo, a hacer el repulgue porque no éramos todos argentinos. Por ejemplo, había un guatemalteco y un chileno. Aparte de cocinar, nuestro discurso para los jueces fue que aquí lo importante no es solo la carne sino lo que sucede alrededor", explicó Salvador.Presentación de Platos Finales
Su presentación de platos finales fue unas empanadas con una estación de salsas que representaban regiones del país y el típico vacío. La dinámica definida por Mazzocchi fueron estaciones de trabajo para dividir cada tarea, desde las salsas hasta el repulgue.Actualmente, Salvador continúa compartiendo recetas diferentes y sorprendiendo al público de diversas formas. A veces, cocina en su casa, a 2000 metros de altura en Villa La Angostura y hasta un día fue hasta un comedor de Ituzaingó en su propia "chorineta" mientras cocinaba. Su gran sueño es un día tener su propio bodegón de fuegos. "Me encanta el mundo de las redes sociales, pero quiero hablar desde mi propio bodegón".