En un entorno marcado por la incertidumbre económica, los consumidores mexicanos están reevaluando sus decisiones de compra en el sector automotriz. Los datos recientes revelan una disminución en la adquisición de vehículos nuevos, mientras que el mercado de autos seminuevos experimenta un crecimiento modesto. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las ventas de automóviles ligeros mostraron una contracción anual de 4,6% en abril. Este escenario refleja una tendencia hacia opciones más económicas y flexibles en cuanto a movilidad.
El panorama económico actual ha influenciado significativamente las decisiones de compra en México. En abril, únicamente se comercializaron 108.298 unidades de vehículos ligeros, representando el peor desempeño para este mes desde hace años. Esta situación fue confirmada mediante el registro administrativo de la industria automotriz proporcionado por el Inegi. Además, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reportó una caída del 14,97% en comparación con marzo de 2025, destacando una clara desaceleración en el mercado de coches nuevos.
A pesar de estos números negativos, hay indicios de estabilidad en ciertos sectores. Entre enero y abril de este año, se vendieron un total de 473.323 vehículos, lo que representa un aumento del 1,4% respecto al mismo período del año anterior. Este incremento sugiere que, aunque las ventas de vehículos nuevos enfrentan dificultades, otros segmentos del mercado están manteniendo su dinamismo.
Un fenómeno interesante es el creciente interés por los autos seminuevos. Durante los primeros tres meses de 2025, las ventas de este tipo de vehículos aumentaron un 4,9%, según información de la AMDA. Este cambio indica que los consumidores buscan alternativas más accesibles y rentables en respuesta a la incertidumbre económica.
Este ajuste en las preferencias de movilidad muestra cómo los factores externos pueden influir en las decisiones de consumo. Aunque las ventas de vehículos nuevos enfrentan un retroceso temporal, el mercado seminuevo está ganando fuerza, adaptándose a las necesidades cambiantes de los consumidores mexicanos. Este patrón podría marcar el inicio de una nueva era en el sector automotriz del país.