La verdadera sangre azul de A Coruña: el oficio de Policía Local se transmite de padres a hijos

Aug 28, 2024 at 7:48 PM
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Legado Familiar: Cuando la Vocación Policial se Transmite de Generación en Generación

Entrar a formar parte del Cuerpo de Policía Local es mucho más que un simple trabajo para algunos. En la ciudad de A Coruña, esta profesión se convierte en una tradición familiar, con padres e hijos compartiendo la misma pasión por servir y proteger a la comunidad. Más allá de ser compañeros de trabajo, estos vínculos familiares aportan una dimensión única a esta noble labor, creando un legado que trasciende las generaciones.

Un Orgullo Compartido: Cuando la Familia se Viste de Azul

Herencia Policial: Cuando el Deber se Convierte en Tradición Familiar

En el Cuerpo de Policía Local de A Coruña, es común encontrar casos en los que la vocación policial se transmite de padres a hijos. De hecho, actualmente hay cinco pares de padre e hijo, y seis pares de hermanos, prestando servicio en la Jefatura de Orillamar, de un total de 328 efectivos. Muchos de los nuevos agentes que se han incorporado en las últimas convocatorias de empleo público son coruñeses que, desde pequeños, han visitado las dependencias policiales de la mano de sus padres y ahora se enorgullecen de recorrer las calles junto a ellos.Uno de estos casos es el de Manuel Aceña (55 años) y su hijo Sergio (26), quien aprobó las oposiciones en 2020, en Narón. Manuel, por su parte, es un veterano motorista que, con su barba canosa, es difícil de reconocer como el empleado municipal más joven de A Coruña que fue en su día.

Trabajando Codo con Codo: Cuando la Familia se Convierte en Compañera de Patrulla

Sergio admite que compartir el puesto de trabajo con su padre es una experiencia gratificante, aunque a veces extraña. "Al final, es algo muy positivo, pero no vamos en el mismo coche", explica. Por su parte, Manuel reconoce que siente un "cierto dilema" al saber que su hijo está viviendo la misma realidad que él a diario. Sin embargo, afirma tener "confianza en él" y sentir un "motivo de orgullo" al verlo convertido en un agente de la autoridad.Esta mezcla de sentimientos es natural, pues no es fácil ver al niño al que alguna vez cambiaban los pañales convertido en un oficial de policía. "No estás acostumbrado a verle de esa manera", comenta Sergio, mientras su padre añade que es como "juntar dos mundos". Aun así, la madre de Sergio se encuentra "muy contenta" y "le hace mucha ilusión" que compartan esta profesión.

Legado Policial: Cuando la Vocación se Hereda de Generación en Generación

Sergio Aceña reconoce que desde pequeño supo que su futuro estaría ligado a la Policía Local de A Coruña. "Alguna vez he estado aquí cuando era pequeño y ver todo esto como que te impresiona. La gente con los uniformes, los coches…", recuerda. Siguiendo los pasos de su padre, Sergio también se siente atraído por las motos y no descarta la posibilidad de patrullar sobre dos ruedas.Esta vocación policial es algo que, según Manuel, se remonta a su propia familia. "Nosotros tenemos antecedentes familiares que se remontan a mi bisabuelo y continúa la familia entre Policía Nacional y Local. El tatarabuelo, un tío abuelo, un tío político, un primo mío, otro primo segundo…", explica. Además, con la gran renovación de plazas en la actualidad, es común que se anime a los amigos y familiares a presentarse a las oposiciones.

Aprendizaje Mutuo: Cuando la Experiencia se Transmite de Padre a Hijo

Tanto Sergio como Manuel reconocen que hay mucho que aprender en esta profesión. El joven agente admite que "la experiencia de la veteranía no te la enseñan en la academia", mientras que su padre asegura que los nuevos agentes salen "muy preparados" de la Academia Galega de Seguridade. "De allí vienes bien formado, pero todo eso es la teoría, y luego viene la práctica de la calle", explica Sergio.Manuel tiene la oportunidad de observar a su hijo en acción y se siente orgulloso de su desempeño. "Lo hace perfecto", asegura. Ambos coinciden en que lo más gratificante de este trabajo es "ayudar a la gente" y enfrentar la "incertidumbre" que trae consigo cada jornada, pues "todos los días son diferentes".