La omnisexualidad deriva del prefijo latino "omni", que significa "todo". En 1984, se mencionó por primera vez en el libro "Sexual Choices: An Introduction to Human Sexuality", definida como la atracción hacia todos los sexos. Además de esto, presentamos otras características que la definen:
Sensibilidad hacia las Identidades de Género: Los omnisexuales no solo sienten atracción por personas de todos los géneros, sino que también están conscientes de cómo cada individuo se identifica y vive su género. Consideran a las personas en su totalidad, no solo a través de su género.
Fluidez en las Formas de Atracción: Como una orientación plurisexual, la omnisexualidad implica una gran fluidez en la forma en que se experimenta la atracción. Pueden sentirse atraídos de diferentes maneras, sin seguir patrones rígidos. Por ejemplo, Carla puede sentirse atraída por un hombre cisgénero y luego por una persona no binaria, y cada experiencia será única.
Aunque está incluida en el espectro de la bisexualidad, la omnisexualidad abraza una flexibilidad más amplia. Mientras que los bisexuales se sienten atraídos por más de un género sin importar la identidad de género, los omnisexuales son conscientes de cómo las identidades de género afectan las conexiones emocionales. Esto les permite establecer relaciones más auténticas y respetuosas.
Esta orientación se enfoca en la conexión genuina con las parejas. Los omnisexuales valoran la autenticidad y la diversidad en sus relaciones, apreciando cada conexión y persona de manera individual. Buscan conexiones profundas basadas en la compatibilidad emocional y el respeto por las identidades de género.
La omnisexualidad abraza una variedad de experiencias románticas y sexuales. Pueden estar interesados en diferentes tipos de relaciones, como monógamas, abiertas o poliamor. La flexibilidad les permite explorar diferentes formas de conexión según sus preferencias personales.
Aunque ambas abarcan atracción hacia personas de todos los géneros, hay diferencias. Los pansexuales se sienten atraídos sin importar la identidad de género, mientras que los omnisexuales son conscientes de esa identidad. Cada persona interpreta y define su orientación a su manera, lo que hace que el espectro de la atracción sexual sea amplio y personal.
La bandera omnisexual utiliza rosa para la atracción hacia la feminidad, azul para la masculinidad y morado oscuro para las personas que no encajan en las categorías binarias. Fue creada por el artista queer Pastelmemer en 2015 y refleja la amplitud y la conciencia de la omnisexualidad hacia las diversas identidades de género.
Si estás cuestionando tu orientación sexual y te identificas con las características de la omnisexualidad, puedes reflexionar sobre algunas preguntas. ¿Te atraen personas sin importar su género? ¿Te sientes atraído por diferentes géneros sin preferencia fija? ¿Tu atracción se basa más en la personalidad que en el género? Recuerda que la orientación sexual es personal y la mejor manera de saber es cómo te sientes contigo mismo.
La omnisexualidad es una orientación válida que contribuye a la diversidad de nuestra sociedad. Al aceptar y comprender diferentes orientaciones, podemos derribar estereotipos y crear un entorno más inclusivo.