En un enfrentamiento clave de la eliminatoria, los Houston Rockets lograron imponerse a los Golden State Warriors con un marcador de 131-116. Este resultado crucial sitúa a los Rockets en ventaja con un 3-2 en la serie, preparándose para el próximo encuentro en el Chase Center de San Francisco. Con destacadas actuaciones individuales, especialmente por parte de Fred VanVleet y Moses Moody, el equipo local mostró una determinación inquebrantable. Aunque los Warriors intentaron reaccionar en el último cuarto, no pudieron revertir la desventaja inicial que les costó caro.
El partido comenzó con una tónica dominante por parte de los Rockets, quienes rápidamente tomaron control del juego. En el primer cuarto, Houston logró abrir una brecha considerable gracias a una combinación efectiva de triples y jugadas estratégicas cerca del aro. Los Warriors, liderados por figuras como Stephen Curry y Jimmy Butler, parecían desconectados, acumulando pérdidas de balón y tiros fallidos. Para empeorar las cosas, los suplentes de Golden State no lograron compensar las deficiencias de los titulares, anotando apenas la mitad de puntos que sus contrapartes de Houston.
A medida que avanzaba el segundo cuarto, los Rockets continuaron ampliando su ventaja, alcanzando un margen de hasta 33 puntos antes del descanso. Steve Kerr, entrenador de los Warriors, decidió retirar a sus jugadores más experimentados en el tercer cuarto, señalando quizás un reconocimiento tácito de la derrota inminente. Sin embargo, esto también permitió a los suplentes de Golden State ganar confianza y reducir ligeramente la diferencia. Jugadores como Pat Spencer y Kevin Knox II se destacaron durante este periodo, contribuyendo significativamente al marcador.
El final del partido estuvo marcado por momentos tensos cuando Amen Thompson y Alperen Sengün protagonizaron una altercación que resultó en la expulsión de uno de ellos. A pesar de esta interrupción, los Rockets mantuvieron su concentración y cerraron el encuentro con solidez. Ime Udoka, entrenador de Houston, destacó la importancia de mantener el pie en el acelerador incluso cuando la victoria parecía asegurada, demostrando así el carácter competitivo de su equipo.
Con esta victoria, los Rockets envían un mensaje claro sobre su intención de avanzar en los playoffs. Si bien los Warriors cuentan con experiencia y talento, su rendimiento en este enfrentamiento dejó mucho que desear. Ahora, ambos equipos se preparan para el siguiente capítulo en San Francisco, donde todo puede cambiar drásticamente. La presión estará del lado de los Warriors, quienes necesitarán recuperarse rápidamente si quieren igualar la serie y continuar en la competición.