La vida profesional de Berta de Miguel está inmersa en un universo lleno de creatividad e innovación. Con una mirada siempre atenta a las últimas tendencias globales, esta periodista encuentra su inspiración en el estilo callejero que se exhibe durante las semanas de la moda internacional. Además, sigue con interés las corrientes visuales que emergen de plataformas digitales lideradas por figuras influyentes como Camille Charrière o Sofia Coelho. A través de sus investigaciones estilísticas, Berta descubre joyas vintage que combinan perfectamente con elementos modernos para crear looks únicos e impactantes. Su pasión por décadas icónicas como los años 90 también la motiva a explorar colecciones actuales de grandes marcas.
En su trayectoria académica y profesional, Berta ha desarrollado una amplia experiencia en el ámbito de la comunicación cultural. Tras graduarse en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, continuó su formación con un máster especializado en nuevas tendencias culturales. Durante cinco años, ha contribuido significativamente al contenido editorial de Cosmopolitan, además de haber colaborado previamente con otras publicaciones destacadas como InStyle y Clara. Su talento no se limita solo a la escritura; también es violinista profesional, desempeñándose en prestigiosas salas de conciertos y dirigiendo su propio grupo musical, lo cual le permite llevar su arte a distintos rincones del país.
El trabajo de Berta de Miguel destaca por su capacidad de conectar mundos aparentemente opuestos: la moda y la música clásica. Al entrevistar a diseñadores, expertos y celebridades reconocidas, no solo comparte conocimientos con su audiencia, sino que también fomenta diálogos que enriquecen la cultura contemporánea. Esta fusión de disciplinas evidencia cómo la dedicación y el amor por diversas artes pueden coexistir armoniosamente, creando un impacto positivo tanto en su entorno profesional como personal. Su ejemplo invita a otros a explorar sus propias pasiones y encontrar formas creativas de expresarse, demostrando que los límites entre campos artísticos son meramente ficticios cuando existe verdadera vocación.