En un mundo donde las reglas del estilo tradicional suelen dominar, una nueva tendencia ha surgido para desafiar estas normas establecidas. Con colores vibrantes y texturas innovadoras, esta corriente invita a las personas a expresar su individualidad a través de la moda. A través de looks que combinan diferentes materiales y estilos, esta propuesta artística redefine lo que significa vestir con autenticidad.
En un entorno inspirador como la Capilla del Hombre, fundada por Oswaldo Guayasamín, se presentaron varias creaciones que destacan la diversidad y la creatividad en el diseño. La modelo Canela Cobo interpretó cada prenda con elegancia, desde conjuntos beige en cuero con cortes audaces hasta un vestido negro de lino de Opuntia, acompañado por un chaleco elaborado en alpaca por Jacqueline Muñoz, con detalles en tonos fucsia, naranja y turquesa.
Otras piezas incluyen un conjunto estampado combinado con una blusa básica blanca, ideal para días fríos, así como un pantalón marrón en lino junto a un bléiser sin mangas en suede, perfecto para climas cambiantes. Los accesorios también juegan un papel crucial, como el collar de Saraguro con tonos vivos que resaltan sobre pantalones palazzo en tono oliva.
Este proyecto fue llevado a cabo bajo la dirección creativa de Andrea Alvarado, quien capturó cada detalle con precisión artística. El styling fue realizado por The Designer Society, mientras que Olga Bermeo y Daniel Álvarez contribuyeron con maquillaje y peinados que complementaban los atuendos.
Desde una perspectiva periodística, esta iniciativa no solo celebra la moda como arte, sino que también subraya la importancia de apoyar talentos locales y promover la sostenibilidad en la industria textil. Es un recordatorio de que la moda puede ser mucho más que simplemente seguir tendencias; puede ser una forma poderosa de contar historias y transmitir emociones.