La reconocida actriz Erika Glasser, famosa por su papel en "Padres e Hijos", regresa al cine con la película "En lo profundo". Este proyecto le permite enfrentar sus propios traumas ocultos. A través de una conversación sincera, Glasser revela cómo un episodio traumático de su infancia marcó su vida y decisiones amorosas. El peso de este secreto reprimido afectó profundamente su autoestima y elecciones de pareja. Ahora, desde una perspectiva renovada tras vivir cuatro años en Estados Unidos, Erika comparte su proceso de sanación emocional.

Desde una edad temprana, la artista cargó con un doloroso secreto que guardó durante décadas. En una entrevista llena de emoción, confiesa haber sido víctima de abuso por parte de un profesor. Esta experiencia dejó cicatrices invisibles que influenciaron gran parte de su vida adulta. La vulnerabilidad constante en su entorno escolar la llevó a desarrollar mecanismos de defensa que marcaron su futuro.

A lo largo de los años, Erika evitó compartir su historia incluso con sus seres queridos más cercanos. Este silencio prolongado generó sentimientos de culpa y autocrítica. Fue solo después de separarse de su esposo, un hombre menor que ella, que comenzó a descubrir patrones en su vida amorosa. Se dio cuenta de que inconscientemente elegía parejas más jóvenes como forma de protección emocional, evitando sentirse vulnerable frente a hombres mayores.

Hoy en día, fortalecida por su experiencia personal y profesional, Erika encara su pasado con valentía. Desde su nueva residencia en Estados Unidos, ha logrado reconectar con su esencia y entender que cada etapa de su vida fue fundamental para su crecimiento. Su reciente trabajo cinematográfico refleja esta transformación interna, permitiéndole cerrar ciclos y abrirse a nuevas oportunidades de amor y bienestar.

Con una mirada renovada hacia el futuro, Erika Glasser se convierte en un ejemplo de resiliencia y empoderamiento. Su decisión de enfrentar el pasado no solo marca un punto de inflexión en su carrera artística, sino también en su vida personal. A través de su historia, inspira a otros a buscar sanación y reconciliarse con sus propias experiencias, demostrando que es posible construir un presente lleno de esperanza y renovación.