
El Movistar Estudiantes logró su primera victoria bajo la dirección de Natxo Lezkano al vencer al Inveready Gipuzkoa por 76-66. Este partido marcó un punto de inflexión tras una derrota sorprendente frente al Monbus Obradoiro. Aunque el equipo mostró diferencias respecto a la era anterior, destacaron mejoras significativas en defensa y ataque. Dejan Kravic lideró con 22 puntos y nueve rebotes, mientras que Pato Garino regresó con fuerza tras una lesión, contribuyendo con 12 puntos clave.
En la segunda mitad, el equipo estudiantil mantuvo un sólido dominio del rebote y una actividad defensiva renovada, lo que permitió controlar el juego ante un rival combativo. La conexión entre Kravic y otros jugadores fue vital para consolidar la ventaja, cerrando el encuentro con un parcial favorable que aseguró la victoria.
Mejoras Defensivas y Dominio del Rebote
Una de las claves del triunfo fue la mejora notable en aspectos defensivos y en el control del rebote. Los colegiales obtuvieron 33 rebotes totales frente a los 29 de su oponente, destacando especialmente en la lucha por el balón ofensivo.
La defensa mostró más agresividad, aunque aún con ciertas lagunas. El esfuerzo colectivo fue evidente, particularmente con Joaquín Rodríguez ejerciendo presión constante sobre la salida del balón rival. Esta actitud permitió minimizar errores defensivos y mantener un ritmo consistente durante gran parte del partido. La capacidad para anticipar jugadas y evitar canastas fáciles también fue crucial.
Además, el dominio del rebote no solo se reflejó en cifras, sino en la actitud mostrada por los jugadores. La participación activa de todos los miembros del equipo garantizó una superioridad en este aspecto, lo que facilitó la creación de oportunidades de contraataque. Este cambio estratégico fue fundamental para contrarrestar cualquier intento de reacción del Gipuzkoa.
Liderazgo Ofensivo y Sólida Rotación
En materia ofensiva, la figura de Dejan Kravic destacó como motor principal del equipo. Su capacidad para anotar desde distintas posiciones y conectar eficazmente con compañeros elevó el nivel del ataque colegial.
Kravic lideró con 22 puntos y nueve rebotes, estableciéndose como la primera opción en el ataque inicial. Su habilidad para penetrar la zona defensiva rival y aprovechar ayudas tácticas proporcionó estabilidad al equipo en momentos críticos. Además, la incorporación de Pato Garino tras su recuperación añadió versatilidad al ataque, sumando 12 puntos importantes.
El reparto equitativo de roles también fue notorio. Jugadores como Christian Díaz y Juan Rubio mostraron un desempeño destacado, aportando frescura y energía en sus minutos en cancha. La rotación bien gestionada permitió mantener un alto nivel de intensidad durante todo el partido. Esta combinación de liderazgo individual y trabajo en equipo resultó decisiva para superar al Inveready Gipuzkoa y consolidar esta victoria tan necesaria para el Movistar Estudiantes.
