Anabel Pantoja vivió un año lleno de emociones intensas en 2024. Después de convertirse en madre por primera vez, su felicidad se vio ensombrecida por la delicada salud de su hija Alma. A pesar de los altibajos, Anabel encontró fuerza en el amor incondicional que siente por su pequeña. Sin embargo, días después del nacimiento, Alma fue ingresada en la Unidad de Medicina Intensiva debido a una complicación de salud. La familia Pantoja, pese a sus desavenencias pasadas, se unió para brindar apoyo durante este momento crítico. Los seres queridos de Anabel también viajaron a Gran Canaria para estar cerca y ofrecer su cariño.
En noviembre de 2024, Anabel Pantoja cumplió uno de sus sueños más anhelados: convertirse en madre. Su hija Alma, nacida el 23 de ese mes, fruto de su relación con David Rodríguez, trajo consigo una ola de emoción y alegría. Anabel compartió sus sentimientos en redes sociales, expresando cuánto significaba para ella este nuevo capítulo. El embarazo no estuvo exento de dificultades, pero cada obstáculo fortaleció su determinación. Para Anabel, escuchar el corazón de su hija dentro de ella fue el mayor motivo para seguir adelante.
A medida que se acercaban las fiestas navideñas, Anabel disfrutaba al máximo de cada momento con Alma. Celebró la primera Navidad de su hija con gran entusiasmo y gratitud. Desde Arguineguín, una localidad en Gran Canaria donde reside, Anabel deseó que todo siguiera igual, reflejando su profundo deseo de paz y estabilidad. Sin embargo, la realidad pronto le presentaría un desafío inesperado.
Cuando la salud de Alma comenzó a deteriorarse, Anabel decidió llevarla a urgencias. Lo que inicialmente parecía un problema menor se convirtió rápidamente en una situación crítica. La pequeña fue trasladada al Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias, donde permaneció en la unidad de medicina intensiva. Esta noticia movilizó a toda la familia Pantoja, quienes dejaron de lado sus diferencias para brindar apoyo incondicional a Anabel. Isabel y Agustín Pantoja, junto con Kiko Rivera e Isa Pantoja, viajaron a la isla para estar cerca de su sobrina y prima respectivamente.
El círculo íntimo de Anabel también respondió al llamado. Belén Esteban, Raquel Bollo y Susana Molina fueron algunos de los amigos que no dudaron en desplazarse hasta Gran Canaria. Todos ellos mostraron su preocupación y solidaridad ante la difícil situación. En medio de la incertidumbre, el mensaje constante era la esperanza y paciencia. Los médicos instaron a la familia a mantenerse optimistas, ya que la recuperación de Alma podría ser un proceso largo. A pesar de los desafíos, Anabel encontró consuelo en el amor y apoyo que la rodeaba, reforzando su fe en que todo saldría bien.