En un rincón tranquilo del campo, las hermanas Marta y Elena González han encontrado su hogar y propósito en la finca que su padre, Dámaso González, construyó con esfuerzo y amor. Cada una ha seguido caminos distintos en sus vidas, pero ahora se han reunido para continuar el legado familiar. Marta, con su pasión por los caballos y su experiencia en periodismo, y Elena, con su formación en marketing y publicidad, han transformado ‘Los Prados’ en un lugar único para bodas y eventos especiales. Junto a sus hermanos Sonia y Dámaso, gestionan diversas actividades agrícolas y ganaderas, creando un entorno donde las tradiciones y la modernidad coexisten armoniosamente.
Marta y Elena siempre supieron que el campo era parte fundamental de su identidad. Después de años de viajar por el mundo, Marta decidió regresar a ‘Los Prados’, donde encontró paz y estabilidad. Su decisión de instalarse definitivamente en la finca fue impulsada por la pandemia, un momento que le permitió reflexionar sobre lo que realmente valoraba en la vida. Desde entonces, junto a su pareja Fabrizio, un domador de caballos, ha dedicado su tiempo a la gestión de bodas y eventos en la finca, convirtiéndola en un referente en el sector nupcial.
Elena, por su parte, también encontró en ‘Los Prados’ el lugar ideal para establecerse junto a su marido Paco Ureña y su hija Cataleya. La finca no solo representa un espacio físico para ella, sino también un símbolo de las raíces y tradiciones familiares. Cuando se casó allí en 2019, vivió uno de los días más emocionantes de su vida, a pesar de la ausencia física de su padre, cuya presencia se sintió en cada detalle. Ambas hermanas coinciden en que mantener vivo el espíritu de Dámaso González es su mayor motivación.
El camino hacia el éxito no ha sido fácil. En los primeros años, organizar bodas en ‘Los Prados’ era un desafío, pero con esfuerzo y dedicación, lograron consolidar la finca como un destino deseado para parejas que buscan celebrar sus enlaces en un entorno natural y auténtico. Hoy, la agenda está llena hasta 2026, y han recibido reconocimientos como el premio Wedding Awards 2024, otorgado por votación de los propios clientes. Este reconocimiento refleja la satisfacción de quienes han celebrado sus bodas en este lugar mágico.
La finca ‘Los Prados’ es mucho más que un negocio para las hermanas González; es un homenaje constante a su padre y un recordatorio de los valores que les inculcó. Entre risas y recuerdos, Marta y Elena destacan cómo cada día intentan seguir su ejemplo, trabajando juntas con respeto y admiración. A medida que avanzan hacia el décimo aniversario de su empresa, planean renovar ideas y continuar honrando el legado de Dámaso González, asegurando que su memoria perdure en cada rincón de la finca.