Un Ingeniero Industrial que Encontró su Pasión en la Vitivinicultura

Apr 6, 2025 at 8:47 PM
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En el corazón de Córdoba, Argentina, un ingeniero industrial de 47 años ha transformado su vida al dedicarse a la elaboración de vinos artesanales. Diego Bringas narra cómo su trayectoria profesional dio un giro inesperado, llevándolo desde las fábricas metalúrgicas hasta los viñedos del Valle de Traslasierra. Desde la compra de un terreno en Villa de Las Rosas hasta la creación de su propia bodega, "Sierra y Monte", Diego ha enfrentado desafíos como granizadas, falta de recursos y dificultades para obtener insumos, pero con esfuerzo y pasión ha logrado consolidar su negocio familiar.

El Viaje hacia la Vitivinicultura

En un rincón pintoresco del Valle de Traslasierra, rodeado de montañas y cielos infinitos, nace la historia de Diego Bringas. Este cordobés, oriundo de Río Cuarto pero criado en distintas ciudades debido al trabajo bancario de su padre, encontró en Villa de Las Rosas un lugar especial donde establecerse junto a su familia. Allí, inspirado por la tradición vinícola de su padre, quien solía elaborar vino artesanal con uvas criollas, decidió adquirir un lote en el Camino del Colegio El Trigal para plantar sus propias vides.

En 2013, con mucho sacrificio y apoyo de amigos expertos, comenzaron a cultivar cepas de malbec, tannat (importadas de Uruguay) y pinot noir en una chacra ubicada en el barrio El Buen Retiro. Poco a poco, gracias a la implementación de técnicas agronómicas modernas como la poda de vigor, mejoraron significativamente los rendimientos de sus viñas. A pesar de adversidades climáticas, como granizadas y heladas tardías, la familia perseveró, construyendo no solo una bodega, sino también una sala de degustación para recibir visitantes entusiastas.

Hoy en día, Sierra y Monte produce aproximadamente 3.500 botellas anuales de vinos frescos y frutados, caracterizados por su impronta agroecológica. La familia utiliza métodos orgánicos y minimiza el uso de pesticidas, destacando la naturaleza artesanal de sus productos. Además, han diversificado su oferta con creaciones únicas como el vermouth serrano "El Guastiado", inspirado en expresiones locales.

Diego, junto a su padre Héctor, su esposa Paula y sus hijos Gino y Santi, forma parte activa de este emprendimiento familiar. Mientras su madre Clider prepara dulces caseros con frutas de sus árboles, Paula se dedica a atender a los visitantes y a cocinar delicias como brownies y empanadas. Cada miembro contribuye de manera única, asegurando que esta pasión perdure de generación en generación.

La música también tiene un lugar especial en esta historia. Como homenaje a sus raíces y a su amor por la vitivinicultura, la familia eligió interpretar la zamba "Tormenta de Vino" durante sus reuniones, reflejando la fusión entre tradición y modernidad que define su estilo de vida.

Actualmente, los vinos de Sierra y Monte se distribuyen principalmente en Córdoba, aunque comienzan a expandirse a otras regiones del país. Con planes de alquilar más tierras para aumentar su producción y continuar innovando, Diego y su familia demuestran que la dedicación y el trabajo en equipo pueden llevar a grandes logros.

Desde el inicio de su aventura en 2016, cuando envasaron sus primeras botellas, hasta hoy, la familia Bringas ha demostrado que la pasión puede superar cualquier obstáculo.

Como periodista, me impresiona cómo una decisión impulsiva puede transformar completamente una vida. La historia de Diego Bringas nos enseña que, a veces, abandonar lo conocido para explorar nuevos horizontes puede resultar en descubrimientos sorprendentes. Su compromiso con la sostenibilidad y la calidad nos recuerda que los productos artesanales tienen un valor incalculable en un mundo cada vez más industrializado. Al final, la verdadera riqueza reside en las conexiones familiares y en el legado que dejamos para futuras generaciones.