En una nueva investigación, se ha descubierto que la grasa visceral juega un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. A medida que aumenta la grasa visceral, el centro de la memoria del cerebro se ve afectado, y pueden aparecer placas beta amiloides y tau. Esto ocurre incluso antes de que se manifieste ningún deterioro cognitivo.
"Descubre cómo la grasa visceral es un factor clave en la enfermedad de Alzheimer"
La Inflamación y la Grasa Visceral
Un estudio piloto de Raji y su equipo descubrió que la grasa visceral está relacionada con la inflamación y la acumulación de amiloide en los cerebros. La grasa visceral envuelve los órganos principales y es más activa hormonalmente que la grasa subcutánea. Cuando hay más grasa visceral, se produce más inflamación en el cuerpo, lo que es peor que la inflamación producida por la grasa subcutánea. Además, se examinó la resistencia a la insulina a través de los niveles plasmáticos de insulina en ayunas y las pruebas de tolerancia a la glucosa. Se encontró que la insulina más anormalmente alta se observaba en las personas con mayores cantidades de grasa visceral, lo que indica que la grasa visceral es la metabólicamente más anormal y puede inducir la diabetes.La Relación entre la Grasa Visceral y las Proteínas Tau
El estudio continuó con más participantes y demostró por primera vez que una mayor cantidad de grasa visceral está relacionada con proteínas tau anormalmente elevadas en personas hasta 20 años antes de que pudieran desarrollar los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Los escáneres PET mostraron que, a medida que aumentaban los niveles de grasa visceral, también lo hacían los de amiloide y tau. Esto es una gran repercusión clínica, ya que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo.Formas de Combatir la Grasa Visceral
Isaacson sugirió formas inteligentes de reducir la grasa del vientre. No se debe centrar solo en el peso corporal, sino también en la composición corporal. Se puede hacer fácilmente en casa utilizando una báscula biométrica o un escáner DEXA. El ejercicio es clave, pero se debe entrenar "más inteligentemente, no más fuerte". Se recomienda caminar a paso ligero durante al menos 45-60 minutos, dos o tres veces por semana. También se puede entrar en la zona de quema de grasa más rápida y eficientemente caminando rápido en una cinta de correr con una ligera inclinación o usando un chaleco lastrado. Hacer un seguimiento y aumentar la masa muscular también es importante, ya que cuanto más músculo tiene una persona, más alto es su metabolismo y mejor puede quemar grasa a lo largo del día. Si la masa muscular es baja, se pueden hacer ejercicios de fuerza durante al menos 30 minutos dos veces por semana o más y asegurarse de ingerir cantidades adecuadas de proteínas.