El 'panettone' es un producto que requiere una parte técnica muy importante. Tiene rangos de temperaturas diferentes para diferentes etapas, como refrescar, conservar, madurar o fermentar. Y necesita un acompañamiento constante durante todo el proceso. En el libro de Daniel Jordà, todo esto está perfectamente explicado, lo que permite a los amantes del panettone prepararlo en casa con éxito. Pueden hacer panettone tradicional básico, de chocolate, al café o rosa, entre otros.
El libro incluye grandes recetas que han sido cedidas por amigos del sector. Estas recetas utilizan grasas diferentes a la mantequilla, con ingredientes o especias y aromas muy particulares de cada región. Esto les permite acceder a un universo de recetas y productos que en algunos casos han ido desapareciendo o dejándose de elaborar en nuestro país.
La receta básica que publicamos aquí ayuda a entender todo el proceso de elaboración de un 'panettone'. Con ella, podemos evitar el riesgo de fracasar en el intento y aprender las lecciones necesarias. El primer 'impasto' es fácil de preparar y establece las bases de un producto final excelente.
Si tenemos la masa madre en la nevera desde hace días, podemos hacer un refresco con las proporciones de masa madre / harina / agua: 1 / 2 / 0,45 x 2. Lo ponemos en la máquina y amasamos durante 10 minutos. La masa debe tener una temperatura de 26-28 grados y fermentar a entre 28 y 30 grados hasta triplicar su volumen, lo que toma entre 3,5 y 4 horas.
Una vez que la masa ha triplicado su volumen, volvemos a refrescarla con la proporción masa madre / harina / agua: 1 / 1 / 0,4 y amasamos otros 10 minutos. La masa debe estar a una temperatura de 26 grados y fermentar nuevamente a entre 28 y 30 grados durante aproximadamente 3 horas.
Para el primer 'impasto', necesitamos 1.000 g de harina de 'panettone' (w 350 P/L 0,4-0,7), 350 g de masa madre, 500 g de agua, 350 g de azúcar, 350 g de yemas de huevo y 450-500 g de mantequilla.
Disolvemos el azúcar en agua tibia, a unos 30 grados. Incorporamos la masa madre y amasamos con marcha lenta hasta obtener una masa compacta. Luego, añadimos la mantequilla poco a poco, dejando que la masa recupere su estructura después de cada tanda. Finalmente, añadimos las yemas y dejamos que la masa se integre completamente. La masa debe estar a una temperatura de unos 26 grados y luego fermentar a 22-24 grados durante 12-14 horas o hasta que doble su volumen.
Para el segundo 'impasto', necesitamos la masa del primer 'impasto', 225 g de harina, 250 g de azúcar, 75 g de miel, 500 g de yemas, 10 g de sal y 700 g de mantequilla. Además, añadimos la ralladura de 1 naranja, 500 g de naranja confitada, 100 g de limón confitado y 350 g de pasas sultanas remojadas y secadas.
El amasado en sí lleva unos 45-50 minutos. Ponemos el primer 'impasto' más la harina en la máquina y amasamos hasta formar un buen gluten. Es importante que la masa del primer impasto haya pasado 1-2 horas en la nevera para ayudar en el amasado. Luego, añadimos los demás ingredientes uno a uno y dejamos que la masa recupere su estructura. El orden es importante: primer impasto, harina, miel, mantequilla, yemas, aromas (naranja), sal, azúcar y frutas confitadas.
Después del amasado, dejamos reposar la masa a temperatura ambiente (24-26 grados) durante 60-90 minutos. Luego, la cortamos en piezas de 525 o 1.040 gramos, damos una ligera preforma y la dejamos reposar otros 20 minutos. Finalmente, la bolamos y la ponemos en la cápsula o molde. Dejamos que fermente hasta que llegue a 2-3 centímetros de la altura de la cápsula. Una vez conseguido, aplicamos la glasa en la superficie y decoramos con azúcar perlado. Luego, horneamos a 145-150 grados durante 45-50 minutos.