Comenzamos en una cazuela y sellamos a fuego fuerte la carne. Debe tomar un tono bien dorado para que suelte todos los aromas. Una vez sellada la carne, agregamos el vino tinto y dejamos que se evapore el alcohol. Luego, cubrimos de agua, ponemos laurel y si queremos tomillo o romero y dejamos cocinar unos 40-50 minutos a fuego lento, que vaya reduciendo la salsa. Para espesar la salsa, vamos a diluir en un vaso de agua fría una cucharada de maicena. Colamos la salsa y la agregamos. Esta mezcla la vamos calentando a fuego y poco a poco se va a ir espesando. Si queremos que la salsa esté más espesa, añadimos más maicena siempre diluida en agua fría.
Estamos en plenas fechas navideñas y es hora de pensar en qué poner a nuestra familia y amigos. El solomillo Wellington es perfecto, pero también puedes hacer otras recetas tradicionales como el cordero al horno, un lomo de cerdo relleno que esta salsa le va genial o incluso unas ricas chuletas de cordero a la plancha. Cada una de estas opciones es una manera de celebrar Navidad en la mesa.