Transformaciones Artísticas: El Nuevos Horizontes de Antón Álvarez

Jan 15, 2025 at 8:29 PM

El artista madrileño, conocido bajo diversos nombres a lo largo de su carrera, ha emprendido un camino inesperado hacia la dirección cinematográfica. Con el estreno de "La guitarra flamenca de Yerai Cortés", Antón Álvarez demuestra una vez más su capacidad para evolucionar y reinventarse. Este documental sobre un guitarrista flamenco no es solo un paso en una nueva dirección creativa, sino también una exploración profunda de las transformaciones personales y artísticas. A pesar de haber alcanzado reconocimiento con su música, Álvarez no teme al cambio ni al riesgo de explorar nuevos territorios, como la dirección de cine. En esta entrevista, reflexiona sobre sus miedos, ambiciones y la importancia de mantenerse fiel a sí mismo mientras se adapta a nuevas facetas.

Antón Álvarez, nacido en Madrid en 1990, ha sido conocido por muchos nombres durante su trayectoria artística: Crema, Pucho, El Madrileño y, quizás el más famoso, C. Tangana. Sin embargo, ahora se presenta ante el público como director con el estreno de "La guitarra flamenca de Yerai Cortés". Este documental es más que una simple crónica de un músico; es una exploración del arte y la vida misma. Álvarez explica que cada cambio en su carrera refleja una sincera evolución personal. No le teme a agotar sus registros, ya que considera que el auténtico desafío radica en continuar siendo auténtico. “Me gustaría pensar que cada entrevista me muestra desde una perspectiva distinta, presentándome al mundo de formas diversas cada cierto tiempo. Esta metamorfosis es real y honesta”, asegura.

La velocidad con la que Álvarez cambia de identidad artística puede ser sorprendente para algunos, pero él no siente temor alguno. Reconoce que mucha gente tiene miedo de cambiar su estilo artístico porque temen perder lo que han logrado. Sin embargo, prefiere arriesgarse a perder algo a quedarse estancado haciendo cosas que ya no le representan. “Si tratas de mantenerte en un lugar que ya no te corresponde, puedes terminar contando historias que no son parte de tu vida real o vestirte de una forma que ya no te encaja. Prefiero tener menos éxito, pero estar contento con lo que hago en cada momento”, comenta.

Este nuevo proyecto en el cine supone un gran salto para alguien que ya ha demostrado su talento musical. Sin embargo, Álvarez ve esto como una oportunidad para aprender y crecer. “Siempre tengo que pensar que lo que hago puede ser un desastre para que salga algo interesante. Si no hay riesgo, estoy en una zona de confort que no produce resultados significativos”. Durante el rodaje de la película, aprendió sobre dirección, enfrentándose a momentos de pánico, pero reconoce que esa sensación de incertidumbre es lo que hace emocionante el proceso creativo.

Álvarez también habla sobre la imagen distante que proyecta públicamente, aclarando que no es un mecanismo de protección, sino una elección consciente. En un mundo donde la sobreexposición en redes sociales es común, él prefiere mantener cierta privacidad. “No quiero mostrar mi vida diaria en las redes sociales porque me parece innecesario. La construcción artística debe tener magia y belleza, y no quiero perder eso intentando ser demasiado realista”. Además, reconoce que siempre está aprendiendo, y aunque ya ha logrado mucho, sigue buscando nuevos desafíos.

El éxito de "El Madrileño" marcó un hito en su carrera, pero Álvarez no se detiene ahí. Sigue persiguiendo el éxito, aunque su definición de éste ha cambiado con el tiempo. Para él, el verdadero éxito fue poder dedicarse completamente a la música. Ahora, busca expandirse en otros campos, como el cine independiente, sin preocuparse tanto por las expectativas externas. “Las opiniones de ciertas personas en ciertos ámbitos son importantes para mí, pero no todas ni en todo. Quiero que mi película sea vista por muchas personas, pero no necesito que los críticos la elogien o que sea un éxito de taquilla”.

Finalmente, Álvarez reflexiona sobre su evolución como artista, desde su enfoque inicial en el negocio hasta su actual búsqueda de expresión más espiritual. Aunque reconoce que ambos aspectos son reales y coexisten, ahora prefiere enfocarse en crear obras que hablen por sí mismas, sin necesidad de propaganda explícita. Su futuro es incierto, pero está abierto a nuevas posibilidades, incluyendo incluso la idea de dejar atrás a C. Tangana. “No sé si querré quitarme definitivamente ese nombre, pero lo que sí sé es que se me hace un personaje lejano. Veremos qué sucede”, concluye.