Las gambas al ajillo es un plato fácil de preparar, pero requiere atención a los detalles. Comenzamos pelando las gambas o utilizando gambones si es más conveniente. Luego, laminamos los ajos y los ponemos en aceite a fuego bajo durante unos 15 minutos. Esto nos permitirá confitar los ajos y mantener su sabor.
A continuación, añadimos las gambas peladas y subimos el fuego a tope. Retiramos el plato del fuego después de 20 segundos para que las gambas se cocinen con el calor residual. Esta técnica nos garantiza unas gambas al ajillo con una salsa espesa perfecta.
Además de las gambas al ajillo, hay muchas otras recetas de mariscos que se pueden acompañar con este plato. Por ejemplo, una zamburiñas gratinadas al horno es una opción perfecta para Navidad. También podemos probar un pulpo a la gallega o unos calamares a la andaluza. Estas recetas nos permiten disfrutar de la variedad del marisco.
Un consejo importante es elegir la mejor calidad de gambas. Si las gambas son de buena calidad, podemos hacer gambas a la plancha o cocinarlas por completo. En este caso, he utilizado gambones que son de buen precio y muy fáciles de encontrar.
Las gambas al ajillo se puede combinar con otros ingredientes para crear nuevas combinaciones. Podemos agregar guindillas frescas para un toque picante o un poco de sal para intensificar el sabor. También podemos servir las gambas con espaguetis o hacer croquetas de gambas al ajillo. Estas variaciones nos permiten personalizar el plato según nuestras preferencias.
Desde hace 12 años, he intentado compartir mis recetas de cocina con todos vosotros. Espero que disfrutéis de estas recetas y que les den la bienvenida a vuestras mesas durante la Navidad.