La trayectoria artística de Erika Glasser ha dejado una huella imborrable en la televisión colombiana. Conocida por su participación en la serie "Padres e Hijos", esta actriz logró conectar profundamente con el público gracias a su talento y autenticidad. Sin embargo, más allá de las cámaras, Erika enfrentó un desafío personal que marcó su vida desde temprana edad. En una entrevista reciente, compartió abiertamente cómo superó los traumas de su infancia para construir una vida plena.
En su juventud, Erika vivió una experiencia traumática que permaneció en silencio durante años. A los seis años, fue víctima de un abuso cometido por uno de sus profesores. Este episodio impactante dejó cicatrices emocionales que afectaron su percepción sobre las relaciones humanas. Según explicó, el miedo paralizante que sintió en ese entonces la llevó a guardar silencio, incluso frente a su madre. El peso de este secreto pesó sobre ella durante mucho tiempo, hasta que decidió buscar ayuda profesional para entender mejor su pasado y reconstruirse como persona.
Gracias al apoyo terapéutico continuo, Erika ha logrado identificar patrones destructivos en sus relaciones sentimentales, tales como la tendencia a involucrarse con hombres más jóvenes debido al temor de sentirse vulnerable ante figuras adultas. Hoy en día, describe su proceso de sanación como un viaje hacia la empoderación personal, donde se ha convertido en una mujer resiliente capaz de enfrentar cualquier obstáculo. Además, su participación en proyectos cinematográficos como "En lo Profundo" le ha permitido canalizar su experiencia vital en beneficio de otros, mostrando que el coraje para contar nuestras historias puede ser una herramienta poderosa para la transformación personal y colectiva.