En la Zona Metropolitana del Valle de México, donde más de 20 millones de habitantes conviven con altos niveles de contaminación, se implementa una estrategia ambiental crucial. Este plan, diseñado para reducir las emisiones nocivas generadas por el tráfico vehicular, busca mejorar la calidad del aire y proteger la salud pública. Los contaminantes emitidos por los automóviles, como el dióxido de carbono y partículas PM10 y PM2.5, son responsables de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente en grupos vulnerables. Para combatir estos problemas, se ha establecido un programa que limita la circulación de vehículos en días específicos, lo cual ha demostrado ser efectivo en la reducción de la contaminación.
En el corazón del Valle de México, durante los días de mayor flujo vehicular, desde la madrugada hasta la noche, se aplica un programa innovador que restringe la circulación de automóviles. Este esquema, vigente tanto en la capital como en su estado vecino, abarca todas las alcaldías de la Ciudad de México y varios municipios del Estado de México conocidos por su alta densidad de tráfico y contaminación, incluyendo Naucalpan, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Atizapán. El martes 18 de febrero, los vehículos con placas terminadas en 7 y 8, identificados con engomado rosa, no podrán circular. Esta medida sigue un calendario preestablecido basado en el último dígito de la placa y el holograma de verificación. Aquellos que incumplan pueden enfrentar sanciones legales.
Desde la perspectiva de un periodista, este programa representa un paso significativo hacia la mitigación de la contaminación atmosférica en una de las ciudades más pobladas del mundo. Al limitar el uso de vehículos en días específicos, no solo se reduce la polución, sino que también se fomenta el uso de transporte público y alternativas más ecológicas, contribuyendo a un futuro más sostenible para todos.