Tras la celebración de los premios Goya 2025, destacados figuras del cine español han expresado sus opiniones sobre el evento. Nacho Guerreros, reconocido actor, compartió un video en TikTok donde critica los discursos hipócritas durante la gala. Además, Isabel Rábago, periodista influyente, también ha cuestionado la autenticidad de los mensajes transmitidos en la ceremonia. Ambos resaltan la necesidad de una mayor autocrítica y honestidad dentro del sector.
Nacho Guerreros, conocido por su trabajo en la serie "La que se avecina", ha utilizado las redes sociales para compartir sus pensamientos después de la gala de los Goya. En un video publicado en TikTok, el intérprete expresa su preocupación acerca de cómo los discursos pronunciados pueden distorsionar la realidad del trabajo actoral. Se cuestiona si la imagen presentada refleja realmente lo que es ser actor en España.
Guerreros enfatiza que la profesión requiere gran disciplina y dedicación, aspectos que a menudo quedan ocultos detrás de declaraciones superficiales. Critica que, mientras se abordan temas internacionales y sociales, se pasa por alto la situación laboral precaria y el acoso que enfrentan muchos actores. Sugiere que hay oportunidades perdidas para hablar de estos problemas cruciales durante eventos tan importantes como los Goya. El mensaje subyacente es claro: la industria necesita más autenticidad y menos hipocresía.
Isabel Rábago, una periodista con una fuerte presencia en Instagram, ha expresado su desacuerdo con los discursos emitidos durante la ceremonia de los Goya. Aunque reconoce la importancia de abordar temas globales, Rábago cree que muchos de estos discursos son inauténticos y responden a una presión externa. Ella argumenta que los verdaderos pensamientos de quienes hablan no siempre se alinean con lo que se dice en público.
Rábago destaca el miedo que existe entre los profesionales del cine a expresar opiniones sinceras debido a la posibilidad de ser cancelados o perder oportunidades laborales. Describe cómo la presencia de productores y ejecutivos en la sala puede inhibir la libertad de expresión. Su crítica va más allá de la simple observación, planteando una reflexión profunda sobre la complejidad de ser auténtico en un entorno altamente competitivo y controlado. Para ella, la sinceridad es un lujo difícil de permitirse en la industria cinematográfica española actual.