La muerte del fundador de Mango, Isak Andic, ha sido objeto de escrutinio constante por parte de los Mossos d'Esquadra debido a las circunstancias inusuales que rodearon el incidente. A pesar de que inicialmente se consideró un accidente, las autoridades han expresado dudas razonables y han solicitado al juez reabrir el caso para obtener órdenes judiciales que permitan acceder a datos cruciales de Google y Vodafone. Estos datos podrían verificar o desmentir la versión de Jonathan Andic, el único testigo sobreviviente, quien asegura que caminaba por delante de su padre en el momento de la caída. La investigación continúa abierta, ya que algunas piezas del rompecabezas no encajan, lo que ha llevado a una prolongada indagación que ha mantenido en vilo a la comunidad empresarial catalana.
Desde el principio, los Mossos han mostrado preocupación por las condiciones poco peligrosas del sendero y la ausencia de escolta, a pesar de que Isak Andic era un líder comunitario amenazado. Este hecho ha añadido más interrogantes a la investigación. Además, la tensión entre padre e hijo antes del trágico evento también ha sido un punto de interés para los investigadores. Los Mossos buscan ahora corroborar la versión de Jonathan a través de datos técnicos, como las señales de ubicación de los teléfonos móviles y las imágenes satelitales de Google. Estos elementos podrían arrojar luz sobre si la narrativa proporcionada coincide con los hechos observados en el lugar.
La relación entre Isak y Jonathan Andic estaba marcada por tensiones significativas. El padre había delegado la gestión de Mango a su hijo, pero los resultados fueron decepcionantes, lo que generó sentimientos de frustración y humillación en ambos. Amigos cercanos revelaron que esta excursión tenía como objetivo calmar una situación conflictiva entre ellos. Sin embargo, las diferencias persistían, y momentos previos a la tragedia reflejaban mutuos resentimientos. Por ejemplo, durante la celebración del 40 aniversario de Mango, Isak destacó públicamente a otro ejecutivo mientras ignoraba a su propio hijo, lo que profundizó aún más el malestar familiar.
Con la reapertura del caso, los Mossos esperan obtener respuestas claras que puedan resolver las incertidumbres que han rodeado este incidente desde el principio. La posibilidad de acceder a datos de telecomunicaciones y fotografías satelitales representa un paso crucial en la búsqueda de la verdad. Mientras tanto, la familia Andic, respetada en Cataluña, sigue siendo objeto de atención y apoyo, especialmente en estos momentos difíciles donde se busca cerrar un capítulo lleno de preguntas sin respuesta.